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El mayor desacuerdo ocurrió en torno al Mecanismo de Salvaguardia Especial (MSE), que buscaba proteger a las economías pequeñas ante desequilibrios en los mercados. (Foto: Efe).[/size]
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''La OMC debe revisarse'', dijo el ministro de Industrias Ligeras y Comercio de Venezuela, Wiliam Contreras, quien culpó a la intrasigencia de las potencias consumidoras del fracaso de Doha y dijo que ni su país ni las demás naciones en desarrollo están dispuestas a firmar un ''cheque en blanco''. |
[size=10]TeleSUR _ Hace: 01 hora
Las negociaciones de la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC), iniciadas hace siete años en la capital qatarí, fracasaron este martes sin que los 153 países miembros se hayan puesto de acuerdo sobre las medidas a tomar para abrir sus mercados y sin que se concretara un entendimiento en torno al sensible tema del banano.
Tras diez días de reuniones en Ginebra, Suiza, el director general de la OMC, Pascal Lamy, confirmó ante la prensa el fracaso de las negociaciones y dijo que los participantes en este proceso "deben asumir sus respectivas responsabilidades" por este hecho.
"Veo, sé y comprendo lo que motiva una y otra posición, pero (...) no voy a echarle la culpa a nadie", manifestó, al vez que advirtió que "si esto puede volver a encarrilarse, requiere de cierta reflexión".
La ronda fue lanzada en el año 2001 y debía concluir en el 2004, pero se estancó por los intereses contradictorios de los países exportadores agrícolas -los países en desarrollo- y de los productores industrializados de la zona norte.
Las principales potencias comerciales (Australia, Brasil, China, Estados Unidos, India, Japón y la Unión Europea) no lograron ponerse de acuerdo sobre cómo y cuánto abrir sus mercados agrícolas e industriales, ni tampoco en cuánto las potencias mundiales debían bajar sus subsidios y qué tipo de protección debía permitirse a los países con menor crecimiento económico.
Los países productores agrícolas continuaron rechazando de plano los subsidios que otorgan los países consumidores a sus propias producciones en algunos de estos rubros, mientras imponen fuertes aranceles a los productos importados.
Pero el mayor desacuerdo ocurrió en torno al llamado Mecanismo de Salvaguardia Especial (MSE), que buscaba proteger a las economías pequeñas frente a posibles importaciones masivas de productos agrícolas.
Este mecanismo les hubiese permitido introducir aranceles extraordinarios sobre un producto agrícola en caso de un abrupto aumento de las importaciones del mismo o de una fuerte caída de su precio en los mercados internacionales.
Pascal Lamy señaló que ese tema que se convirtió en "una barrera prácticamente insuperable". Esta posibilidad era rechazada por los países desarrollados, particularmente por Estados Unidos, que dijeron que tal sistema disfrazaba un intento proteccionista.
El responsable de la OMC afirmó que se invirtieron "más de 60 horas en intentar encontrar un puente entre esas dos posiciones, pero hoy se vio que esas diferencias no podía reconciliarse".
UE rechazó acuerdo del banano
Un tema álgido que quedó sin solución fue el comercio del banano, tras un dramático pulso que no pudo poner fin a una disputa que lleva ya 16 años.
La Unión Europea (UE) no quiso firmar el acuerdo alcanzado el pasado domingo con los países de América Latina para reducir el arancel europeo a la importación de este producto tropical, y que había sido anunciado por el canciller de Brasil, Celso Amorim, como "histórico".
El pacto suponía bajar el arancel actual que aplica la UE a la importación de banano de América Latina (176 euros por tonelada), desde 2009, hasta situarlo en 114 euros por tonelada en 2016.
El comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, justificó la decisión del bloque comunitario porque el pacto del banano "forma parte de un acuerdo general" dentro de la negociación de Doha, y el arancel final de este producto entraría dentro de un acuerdo sobre la reducción general de impuestos aduaneros a los productos agrícolas.
La Comisión Europea (CE) considera que el litigio sobre el banano es "una parte" de la negociación general y, al romperse esta última, ya no tiene sentido, explicó Mandelson.
Pero para los 11 estados de Latinoamérica, el compromiso sobre el banano era el "único logro palpable" de la intensa negociación que mantuvieron en Ginebra 35 ministros de la OMC.
Ministros de los países productores de banano dijeron que van a recurrir al "papel mediador" del director general de la OMC, Pascal Lamy, para que defienda el arreglo.
"No firmaremos cheque en blanco"
En este sentido, el ministro de Industrias Ligeras y Comercio de Venezuela, Wiliam Contreras, en conversación telefónica con TeleSUR, culpó a la intrasigencia de las potencias consumidoras del fracaso de Doha y dijo que ni su país ni las demás naciones en desarrollo están dispuestas a firmar un "cheque en blanco".
"Estados Unidos quiere que firmemos un 'cheque en blanco', tomando medidas que los países latinos apoyados por naciones China e Indonesia no hemos aceptado", deploró.
Contreras precisó que los países influyentes del mundo habían rechazado las exigencias de los países latinoamericanos, de preservar los espacios de política y permitir una reducción drástica de los aranceles industriales de los alimentos que pondrían en riesgo cientos de empleos.
"Se niegan a que los países fijen políticas en los servicios para el bienestar humano, como lo son la salud, la educación, el derecho al agua", lamentó el ministro venezolano.
"La OMC debe revisarse y cumplir con los mandatos producto del consenso de todos sus miembros, no de un pequeño grupo de países influyentes a lo cual los miembros tienen que adaptarse a lo que ellos esperan", añadió Contreras.
TeleSUR - Efe - Afp / ff - mc - MC
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Fracasó la Ronda de Doha tras siete años de negociaciones
dayrdan Miér Jul 30, 2008 12:38 am
