Cuando los golpistas ganaderos de Fegenaga, (Fegalago y gadema) rompieron en dos pedazos frente a las cámaras de TV la Ley de Tierra, era porque el presidente Chávez no incluyó la propiedad privada de las tierras donde tienen sus haciendas. Para remediar esta situación el INTI Zulia controlado por Fegalago y el General de Corpozulia Martínez Mendoza, han venido entregando a diestra y siniestra Certificados de Fincas Productivas y Miles de millardos peculados que nadie audita.
De las 1.200 hectáreas, aproximadamente, ocupadas por las comunidades Yukpa Río Yaza, Paja Chiquita, Chaktapa y Guamo, la familia Vargas sólo posee una copia del registro y certificado de finca productiva, donde la hacienda que más tiene no llega a un total de 150 animales, ya todos fuera del área de ocupación, esperando desde hace más de siete años (caso Hda. Paja Chiquita) que el Gobierno nacional autorice el pago de las bienhechurías, para entregar estos improductivos fundos en propiedad colectiva socialista a dichas comunidades Yukpa bajo un asesoramiento técnico y socio antropológico por parte del estado y las universidades LUZ, UBV y ULA, Misión Cultura, Misión Sucre, más cuando muy cerca de allí en la comunidad Kasmera la Universidad del Zulia (LUZ) tiene aún las instalaciones del viejo Centro Biológico Kasmera fundado por el Dr. Adolfo Pons.
Rechazamos el viejo postulado militarista desarrollista que en conflictos agrarios, los militares brasileños o del Cono Sur principalmente, manejaban en los altos mandos castrenses, que para poder negociar tierras los estados nacionales debían exigir previa discusión la desocupación de las tierras por parte de los campesinos o indígenas.
El General González González no puede exigirles a los caciques Yukpa que desalojen las haciendas ocupadas, ganadas derrotando previamente el sicariato ganadero de las haciendas Kusare, Tizina, Paja Chiquita, Medellín, Ceilán, Gran China y otras.
Ese postulado militarista fue derrotado en América del Sur por el movimiento campesino e indígena a finales de la década de los años 80, para abrirle paso a formulas más cónsonas con la postmodernidad, con el pensamiento pluri-étnico. Los campesinos y los indígenas rompieron en sus luchas por la tierra, que aún cruza toda nuestra América desde México hasta Argentina, con los rígidos postulados ideológicos jurídicos positivistas de Orden y Progreso. Por esta razón nace la necesidad de leer la historia regional y las historias locales (como la historia de la nación Caribe Yukpa), la necesidad del indio de construir estados Plurinacionales, donde una nación dominante (los descendientes de los Blancos Criollos promotores de la independencia) impongan su particular visión jurídica, de progreso, de ciencia, de orden, de belleza, de historia, etc., por esta razones de vida pelean las naciones Mayas Zapatistas, los Aimara en Bolivia, los Mapuche en Chile, los Yukpa en Venezuela, por señalar algunas.
De allí Generales González e Izquierdo, Ministra Maldonado Nicia, ustedes no tienen razón en defender como propiedad privada lo que hasta no hace poco, y con pruebas en la historia pertenece a estos pueblos. Las porciones de territorio que hoy reclama y retoma el pueblo Yukpa (7 haciendas) no son ni un 1 % de las tierras que se extienden en formas de fincas y haciendas en todo Machiques, si no se puede llegar a un acuerdo por un mísero espacio que casi detenta por completo una sola familia de poderosos, para satisfacer la demanda de más de 300 familias indígenas hacinadas, maltratadas, con hambre.
Si a un pueblo no se le puede hacer justicia en un asunto tan pequeño, ninguna fe hay en un proceso de Demarcación de Territorios real, es decir, que reivindique y entregue verdaderamente territorios y no la trampa de remarcar las tierras donde actualmente viven, sin considerar sus espacios para sus siembras, sin la recuperación de sus santuarios y sitios religiosos, sin sus bosques donde poder ser.
Lo que expresa GADEMA y el diario La Verdad no se inclina a buscar salidas justas e equilibradas al problema de la tierras rescatas por los Yukpa, que para que se informen y no sean tan ignorantes de la historia nacional se inicia en 1947-1948 con la creación de lo que hoy se llama Centros de Pilotos de Shirapta y Tukuko.
La guerra por la ocupación de los espacios planos del territorio Yukpa, por parte de los ganaderos, golpeo a la nación Yukpa, los exterminaron a tiros, pero ahora se recuperaron, ya son muchos. Ha vuelto la fuerza de un pueblo que se resiste a ser un saldo fatal más en la triste historia de los pueblos Amerindios.
Una realidad terrible a lo interno de estas comunidades es que los hombres jóvenes no tienen tierra para hacer conucos y casarse, ya la fragilidad de los ecosistemas de las montañas de Perijá no tienen más pequeñas pendientes o mini planicies para continuar deforestando para hacer conucos y criar también algunos animales bovinos y porcinos.
Hoy hacinados deben emigrar, algunos se desplazan a vivir a los barrios pobres de Machiques, Maracaibo, Maracay, o el Vigía, o se van a vender artesanía o pedir limosna a Caracas y demás ciudades del interior del país. Otros, con sabiduría y aplomo como Sabino, Olegario, Francisco, Edison y Ciro Landino, Maikichi se bajan a recuperar la parte plana de su territorio original, negándose, resistiéndose hasta su propia muerte a la miseria que cobija a los nacidos para perder.
Con el militarismo desarrollista y el desconocimiento de la historia local de este pueblo-nación Yukpa, es imposible que exista una salida verdadera y justa a este conflicto.
Si los círculos concéntricos del Gobierno Socialista (ni el capitalismo ni los gobiernos socialistas hasta ahora han entendido al indio) no entienden el minúsculo problema que significa comprar unas haciendas improductivas para entregárselas en títulos colectivos a estas comunidades Yukpa del Yaza, menos van a entender la adquisición para entregar en propiedad colectiva las 40 haciendas señaladas como territorios ancestrales en la Auto-demarcación de las Tierras que el pueblo Yukpa exige al Estado gobierno.
Por esta razón luce cruel el juego político que la ministra indígena Maldonado Nicia hizo, de separar, dividir y enfrentar a cinco caciques (hoy sus funcionarios) contra su pueblo, el pueblo Yukpa y con sus aliados históricos.
Está bien que los ganaderos lo hagan con los poquitos yukpa, reductos históricos de las viejas fichas adecas que aún les queda.
Si la ministra y generales dividen al pueblo Yukpa, y estos aceptan la propuesta de enfrentarse y sacar a las comunidades asentadas en estos predios recuperados, entonces la propuesta de Auto-demarcación se les cae, es decir el Estado gobierno no va a aceptar adquirir bienhechurías de 40 fundos, al menos que, ya a estas horas la perdida de estas tierras originales ya fue negociada en su estadía en Caracas y para ello estas fulanas Mesas Técnicas creadas para conversar con ganaderos y militares en las instalaciones del Fuerte Macoa a espaldas del pueblo Yukpa.
Si Anane, Terán, María Teresa y los otros dos de apellido Romero aceptan ir a sacar a Sabino, Olegario, Francisco, Edison y Ciro Landino, y a la familia de Maikichi de las haciendas asentadas en territorio Yukpa entonces no habrá territorio, no llegarán a las tierras prometidas al pueblo Yukpa en la propuesta de Auto-demarcación Yukpa.
Por la memoria del viejo Pete, de Arístides Maikichi, del abuelo José Manuel, y de los dos hijos de Ciro Landino, muertos también en la recuperación de sus territorios, en esta pelea. Respeten ustedes a los valientes guerreros Yukpa que con coraje único derrotaron al sicariato ganadero para recuperar las tierras prometidas a sus hijos para que abrazados con sus mujeres continúe el Yukpa existiendo en la faz de esta tierra, en la tierra de Ojeisma, deida Yukpa a quien Rômer Urdaneta en el mejor estilizado teatro antropológico nos llevó a las salas teatrales de Danza LUZ y de Maracaibo toda, cuando muchos de los que hoy andamos en las montañas de Perijá, nada sabíamos de los Yukpa y su tragedia y dolor por la tierra.
|
|