OTRO DESAFIO CONTINENTAL

Ecuador

Llegó la hora del referéndum electoral que
aprobará o rechazará la nueva Constitución redactada por 130 asambleístas,
para establecer un nuevo régimen político, jurídico y económico en Ecuador.
Por encima de los 9 millones de ciudadanos podrán votar este domingo 28 de
septiembre y todo indica que el texto será aprobado. Según las últimas
encuestas, el SI tendría un porcentaje de entre el 55% y el 57%, con un
inquietante 20% de indecisos. El Presidente Rafael Correa anunció que
renunciará a su cargo si no se aprueba la Constitución. Si se aprueba el
texto, los ecuatorianos deberán volver a las urnas a comienzos del 2009 para
las elecciones generales. Si gana el NO, desde la oposición se pediría
llamado a elecciones legislativas, para conformar un nuevo congreso, y
modificar el actual texto. La estrategia opositora pasó en la campaña por
anunciar que de triunfar la nueva norma, se instalará una dictadura que
liquidará a la propiedad privada. Las jerarquías conservadoras de la Iglesia
Católica se encolumnaron en las filas del NO, cuestionando entre otras cosas
que la nueva Carta tiene un contenido abortista. Tanto el Ejecutivo como la
Asamblea rechazaron tajantemente esta acusación y aclararon que la
Constitución garantizará la vida "desde la concepción". En caso de ganar el
SI, se produciría una etapa de transición con la instalación de una nueva
Asamblea ("congresillo"), conformada de manera proporcional por los mismos
asambleístas que fueron elegidos para redactar la Constitución con la misión
de fiscalizar y hacer reformas al actual texto. Junto a la Iglesia, la
oposición cuenta -como era de esperar- con las Cámaras de Comercio e
Industria. Temen a las estatizaciones y que la inversión nacional sea
priorizada a la extranjera. El acto final, Rafael Correa fue a uno de los
bastiones de la oposición: Guayaquil.
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