DEFORESTACIÓN, SAQUEO, EXPLOTACIÓN Y MUERTE PARA LOS WICHI
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DEFORESTACIÓN, SAQUEO, EXPLOTACIÓN Y MUERTE PARA LOS WICHI
(Red Eco)
Salta
La difícil realidad de la comunidad wichi en Salta
Muerte por desnutrición, explotación laboral, deforestación y saqueo de tierras en el norte argentino.
La familia Negro vivía bajo un plástico y trabajaba en forma
precarizada en la finca “Nuevo Horizonte”, ubicada en el paraje
Caraguata, a 80 kilómetros de la ciudad salteña de Tartagal en el
Departamento San Martín. Ellos son wichis y no tenían otra alternativa
para subsistir. El último fin de semana, sus dos hijos de un mes y dos
años fallecieron luego de tres días sin tomar agua ni ingerir
alimentos. La policía de la provincia confirmó que la autopsia
determinó que murieron por desnutrición. El padre de los niños había
recurrido a la ayuda de los finqueros quienes ante su pedido sólo le
habían alcanzaron algunas aspirinas.
Cerca de allí, en el paraje Pozo Nuevo, a 35 kilómetros de Tartagal,
también viven integrantes de la comunidad wichi. Estas familias ven
peligrar sus tierras, sus viviendas ante el indiscriminado avance de la
deforestación que llevan adelante empresarios sojeros y poroteros, con
el consentimiento del gobierno provincial. Allí, los indígenas fueron
reprimidos por la infantería policial y un empresario pretende seguir
alambrando. “El trazado de alambrado significan que nos están quitando
vida totalmente. Nosotros vemos que nos quedamos sin vida, porque
nuestros alimentos los están arrasando las empresas que explotan los
montes”, dice el cacique Juan Vega.
Según informes técnicos, elaborados por instituciones que acompañan a
las comunidades (Tepeyac, Fundapaz y la Fundación Asociana), en el
primer semestre de 2008 se deforestaron más de 57 mil hectáreas en
territorio de uso tradicional de comunidades wichi. Ante el pedido de
distintas organizaciones del pueblo wichi de que se paralicen los
desmontes en sus tierras, el ministro de Ambiente y Desarrollo
Sustentable de Salta, Julio Nasser, les pidió paciencia.Para las
comunidades originarias los desmontes están provocando un genocidio en
la zona: “Los gobiernos encontraron una forma de matarnos sin balas”,
aseguran.Los gobiernos piden paciencia, mientras tanto los wichis viven
explotados y mueren desnutridos sin posibilidad de atención.
Salta
La difícil realidad de la comunidad wichi en Salta
Muerte por desnutrición, explotación laboral, deforestación y saqueo de tierras en el norte argentino.
La familia Negro vivía bajo un plástico y trabajaba en forma
precarizada en la finca “Nuevo Horizonte”, ubicada en el paraje
Caraguata, a 80 kilómetros de la ciudad salteña de Tartagal en el
Departamento San Martín. Ellos son wichis y no tenían otra alternativa
para subsistir. El último fin de semana, sus dos hijos de un mes y dos
años fallecieron luego de tres días sin tomar agua ni ingerir
alimentos. La policía de la provincia confirmó que la autopsia
determinó que murieron por desnutrición. El padre de los niños había
recurrido a la ayuda de los finqueros quienes ante su pedido sólo le
habían alcanzaron algunas aspirinas.
Cerca de allí, en el paraje Pozo Nuevo, a 35 kilómetros de Tartagal,
también viven integrantes de la comunidad wichi. Estas familias ven
peligrar sus tierras, sus viviendas ante el indiscriminado avance de la
deforestación que llevan adelante empresarios sojeros y poroteros, con
el consentimiento del gobierno provincial. Allí, los indígenas fueron
reprimidos por la infantería policial y un empresario pretende seguir
alambrando. “El trazado de alambrado significan que nos están quitando
vida totalmente. Nosotros vemos que nos quedamos sin vida, porque
nuestros alimentos los están arrasando las empresas que explotan los
montes”, dice el cacique Juan Vega.
Según informes técnicos, elaborados por instituciones que acompañan a
las comunidades (Tepeyac, Fundapaz y la Fundación Asociana), en el
primer semestre de 2008 se deforestaron más de 57 mil hectáreas en
territorio de uso tradicional de comunidades wichi. Ante el pedido de
distintas organizaciones del pueblo wichi de que se paralicen los
desmontes en sus tierras, el ministro de Ambiente y Desarrollo
Sustentable de Salta, Julio Nasser, les pidió paciencia.Para las
comunidades originarias los desmontes están provocando un genocidio en
la zona: “Los gobiernos encontraron una forma de matarnos sin balas”,
aseguran.Los gobiernos piden paciencia, mientras tanto los wichis viven
explotados y mueren desnutridos sin posibilidad de atención.
El Muerto- Cantidad de envíos : 567
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