Propuesta de Gonzalo Abella
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Propuesta de Gonzalo Abella
[size=32]Acerca de la unidad y el estilo de la
propaganda
Propuesta de Gonzalo Abella[/size]
Revista Desacato
http://www.alquimidia.org/desacato/
propaganda
Propuesta de Gonzalo Abella[/size]
Revista Desacato
http://www.alquimidia.org/desacato/
El recibirme de sexagenario me hace atrevido. Sin
credenciales especiales para opinar pero ya con edad para hacerlo, voy a dar
algunas opiniones sobre hechos que me preocupan.
De todos los
valiosos compañeros y organizaciones que integran la fragmentada izquierda
revolucionaria y consecuente (o sea: extra-frentista) sólo los que integran la
Asamblea Popular (AP) están por ahora en condiciones de “pelear en la cancha
grande” que no es sólo “sacar diputados” sino existir para amplios sectores del
pueblo. Hasta ahora éramos sólo gruñones testimoniales, algunos de los cuales
gravitaba por su anterior trayectoria personal o por su inserción en los
movimientos sociales, pero no por su propuesta política revolucionaria.
credenciales especiales para opinar pero ya con edad para hacerlo, voy a dar
algunas opiniones sobre hechos que me preocupan.
De todos los
valiosos compañeros y organizaciones que integran la fragmentada izquierda
revolucionaria y consecuente (o sea: extra-frentista) sólo los que integran la
Asamblea Popular (AP) están por ahora en condiciones de “pelear en la cancha
grande” que no es sólo “sacar diputados” sino existir para amplios sectores del
pueblo. Hasta ahora éramos sólo gruñones testimoniales, algunos de los cuales
gravitaba por su anterior trayectoria personal o por su inserción en los
movimientos sociales, pero no por su propuesta política revolucionaria.
La AP es una construcción importante no sólo porque
empieza a existir en las encuestas. Es importante porque cuando la AP descubre
que ella misma existe (o sea, que tiene posibilidades de ganar diputados) aún
sigue dando señales de consecuencia programática sin concesiones electoreras.
Esta señal no es una vacuna vitalicia pero es un indicador reconfortante.
Comienzo entonces con una mirada interna a la AP.
Allí tampoco todo está OK. La unidad programática siempre
es lo esencial y lo innegociable; pero, lógicamente, en torno a un programa de
principios se convocan personas y organizaciones que tienen diferentes posturas
filosóficas y teóricas inclusive en relación a las formas de lucha
revolucionaria en escenarios futuros.
Si se trabaja por un mismo programa, insisto, aquí no hay
problema de principios.
Recordemos Chile 73.
En torno al Gobierno de Allende había grupos cristianos
escindidos de la DC que eran partidarios sólo de las formas pacíficas de acción
ciudadana. Pero no fue la presencia de esos grupos en la UP la que paralizó la
defensa armada del gobierno popular sino la inconsecuencia de aquellos
dirigentes y organizaciones que por su definición marxista debieron tener otra
disposición combativa ante el golpe, como reclamaba el MIR. La alianza
programática exige mutua confianza y fidelidad a la palabra acordada, pero no
maniata a nadie en sus opciones prácticas ante un cambio brusco de coyuntura.
Esta contradicción objetiva (coincidencia programática-divergencia en la
metodología ante futuros escenarios previsibles) debe reflejarse respetuosamente
en los comunicados de la AP y en sus expresiones de internacionalismo. Por
ejemplo: la solidaridad unánime de la AP con un pueblo agredido puede
complementarse con la solidaridad de los grupos marxistas consecuentes
(coordinados dentro y fuera de la AP) con la lucha armada de ese mismo
pueblo.
He
acompañado breves giras de compañeros del Coordinador de la Asamblea Popular por
el interior del país. He compartido espacios radiales y televisivos con
compañeros de la AP de los departamentos y parajes a donde hemos llegado.
escindidos de la DC que eran partidarios sólo de las formas pacíficas de acción
ciudadana. Pero no fue la presencia de esos grupos en la UP la que paralizó la
defensa armada del gobierno popular sino la inconsecuencia de aquellos
dirigentes y organizaciones que por su definición marxista debieron tener otra
disposición combativa ante el golpe, como reclamaba el MIR. La alianza
programática exige mutua confianza y fidelidad a la palabra acordada, pero no
maniata a nadie en sus opciones prácticas ante un cambio brusco de coyuntura.
Esta contradicción objetiva (coincidencia programática-divergencia en la
metodología ante futuros escenarios previsibles) debe reflejarse respetuosamente
en los comunicados de la AP y en sus expresiones de internacionalismo. Por
ejemplo: la solidaridad unánime de la AP con un pueblo agredido puede
complementarse con la solidaridad de los grupos marxistas consecuentes
(coordinados dentro y fuera de la AP) con la lucha armada de ese mismo
pueblo.
He
acompañado breves giras de compañeros del Coordinador de la Asamblea Popular por
el interior del país. He compartido espacios radiales y televisivos con
compañeros de la AP de los departamentos y parajes a donde hemos llegado.
Estos compañeros son formidables pero algunos de ellos
hablan desde su dolor y sus urgencias, desde las calumnias y presiones que a
veces reciben. No es fácil en un pueblo chico ser señalado con el dedo por
antiguos compañero de ruta. Entonces los oigo hablar y me parece que quisieran
aprovechar cada espacio en los medios para comprimir en él todo un análisis de
coyuntura y un programa de gobierno. Creo, sinceramente, que equivocan el
estilo. No se puede golpear el muro de falsedades y ocultamientos que nos
intenta detener martillando en todos los puntos al mismo tiempo. Es mejor
golpear cada vez sostenidamente sobre un mismo ladrillo, y si es de las hiladas
de abajo tanto mejor, porque también el engaño crece desde el pie. No debemos
agitarnos. No estamos jugando el clásico: estamos todavía en
pre-temporada.
He acompañado también diversas coordinaciones y
encuentros de organizaciones y compañeros de clara definición revolucionaria que
no están en la AP, y encuentros de compañeros revolucionarios que no están
en la AP con otros que sí lo están.
No me ofrezco como mediador de acuerdos electorales, que
a mi juicio serían valiosos, porque creo que hay grandes tareas previas, más
importantes y más urgentes en las que deseo aportar lo poco que pueda. Estas
líneas previas de trabajo allanarían el camino también para eventuales acuerdos
electorales posteriores entre aquellos de nosotros a los que les interese
colocar una voz popular en esta tribuna de la institucionalidad
burguesa.
Las líneas de trabajo conjunto inmediatas serían a mi
juicio fundamentalmente cuatro:
1) Acuerdos programáticos.
2) Integración conjunta de equipos de estudio y formación
de cuadros.
3) Coordinación de acciones conjuntas en la calle y en el
seno de los movimientos sociales, para evitar en el futuro desinteligencias como
la del 1º de mayo pasado.
Sé que hay broncas mutuas, pero ante la gravedad de la
coyuntura, es irrelevante recordar en los hechos recientes quién se sintió
ofendido por quién. No es joda lo que se viene.
4) Coordinación de medidas de seguridad preventivas para las
comunicaciones entre nosotros y con los diversos sectores del movimiento
popular. Esto es necesario para no ser amordazados, para que en el futuro, gane
quien gane la presidencia, no se acallen nuestras voces en un escenario
previsiblemente más represivo que el presente. La legalidad burguesa es elástica
y nunca se sabe cómo la van a interpretar los gobernantes en los Tiempos del
Hambre.
comunicaciones entre nosotros y con los diversos sectores del movimiento
popular. Esto es necesario para no ser amordazados, para que en el futuro, gane
quien gane la presidencia, no se acallen nuestras voces en un escenario
previsiblemente más represivo que el presente. La legalidad burguesa es elástica
y nunca se sabe cómo la van a interpretar los gobernantes en los Tiempos del
Hambre.
Lo que no hagamos hoy para crear juntos los caminos
incontrolables de la libre expresión popular lo lamentaremos juntos mañana.
Cuantos más seamos para garantizar juntos nuestra futura libertad de expresión y
nuestros vínculos con el pueblo, cuantas más redes populares armemos hoy, más
ganaremos en un futuro inmediato en la acción política de todos y de cada uno de
nosotros.
Nada más lejos de mi pensamiento que desear un
enrarecimiento del clima político post-electoral, pero los Fructuoso Rivera en
el poder llegan a conductas abyectas que no imaginaron los virreyes. Para los
terrenos difíciles a los que nos lleve la lucha antiimperialista sería criminal
no crear desde hoy los subterráneos libertarios del mañana.
El Muerto- Cantidad de envíos : 567
Fecha de inscripción : 05/12/2007
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