REBAJAS SALARIALES EN LA MADERA
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REBAJAS SALARIALES EN LA MADERA
La crisis desbarata plan de que trabajadores no pierdan jornal Madera. "La situación ya la estamos pagando con las rebajas salariales"
LORELEY NICROSI
La dura realidad de la crisis comenzó a mellar las aspiraciones sindicales. La firma de un acuerdo de reducción salarial en la madera, pone en cuestión la estrategia del Pit-Cnt respecto a que los trabajadores no paguen los efectos de la crisis. "Vamos a exigirle al gobierno que cumpla con lo que se comprometió y que los trabajadores no paguen la crisis", dijo a El País el secretario general del sindicato de la madera, Fernando Oyanarte. Sin embargo, el sindicalista admitió que más allá de las afirmaciones realizadas por el gobierno, y en especial por el presidente Tabaré Vázquez, los trabajadores del sector de la madera sólida, debieron firmar un acuerdo con empresas de Tacuarembó, por el cual se les reducen los jornales de trabajo, lo que les significará una pérdida del 30% de sus salarios. Avisos Google Vázquez afirmó en su discurso del 7 de marzo que los trabajadores uruguayos no pagarían los costos de la crisis. "La empresa Los Piques -del grupo Weyerhaeuser de capitales norteamericanos- nos planteó que la alternativa era la rebaja de los jornales o el envió al seguro de paro. Para nosotros la prioridad es mantener la fuente de trabajo. La crisis la empezaron a pagar los trabajadores. En este caso nosotros elegimos por el mal menor", admitió Oyanarte. Dijo que como nadie "sabe cuanto va a durar la crisis", el envió al seguro podría terminar con la fuente de trabajo. Subrayó que en el caso de la empresa Urupanel -de capitales chilenos- las perdida salarial es inferior al 30%. El dirigente gremial explicó que las aspiraciones del sindicato de la madera es que el gobierno incluya a ese sector en los afectados por la crisis. Hasta ahora a nivel oficial solo se habla de los textiles, las curtiembres y el sector automotor. "Vamos a negociar con el gobierno para que a través de la Junae o el Instituto Nacional de Empleo, se logre que las empresas paguen parte de los jornales perdidos y el resto se complemente con la capacitación", aseguró. Indicó que las negociaciones las realizarán junto al Pit-Cnt con las empresas que adopten la medida de reducir jornales. La situación de la industria de la madera comenzó a tener dificultades antes de que comenzaran a sentirse en Uruguay los efectos de la crisis global, según dijo a El País, el dirigente del Pit-Cnt Juan Castillo, quien señaló desconocer los términos del acuerdo firmado por los trabajadores de Tacuarembó. Oyanarte remarcó que no solo la industrialización de la madera sólida tiene problemas, sino también los aserraderos y las distintas áreas que abarca la producción de la pasta de celulosa. En ese sentido, indicó que por la crisis mundial el precio de la celulosa bajó y las empresas del sector decidieron reducir el nivel de producción para presionar los precios al alza, lo que llevó a que haya menos manos de obra en forestación, viveros y fletes, entre otros rubros conexos. En el caso de los aserraderos, Oyanarte explicó que si bien varios aprovecharon los meses de verano para cerrar, al adelantar las licencias de los funcionarios, gran parte retomaron ahora su tareas. Empero, destacó que un aserrado de Tacuarembó que contaba con 40 trabajadores, resolvió enviarlos al seguro de paro. "En el proceso 28 consiguieron trabajo, pero 12 fueron despedidos", indicó. Por su parte, el también integrante del sindicato de la madera, Hugo De los Santos, remarcó que se negocia que los "trabajadores no paguen la crisis con el envío al seguro de paro y los despidos". Sostuvo que cada gremio "tiene independencia para negociar", más allá de que exista un sindicato único. "Hay empresas que piden negociar directamente para este tipo de cosas", señaló. Para De los Santos, los acuerdos firmados respecto a la reducción de la jornada laboral no implican que la situación se mantenga por tiempo indeterminado sino que "se revisarán mes a mes". Al igual que Oyanarte, De los Santos consideró que los trabajadores de la madera deben ser contemplados en el programa de la Junae o el Instituto Nacional de Empleo. "Hay un fondo que debe ser reforzado con los aportes patronales y el de los trabajadores, para que además de recibir la capacitación se asegure el salario". Los gremialistas sostienen que la situación que se da con la madera, no solo es producto de la crisis sino también de la "especulación". Celulosa. Castillo admitió que "es cierto que los efectos de la crisis en algunas ramas de la actividad ya se empiezan a notar" en Uruguay. "Al punto tal lo hemos detectado que hace quince días me reuní con el director de la OIT, Guillermo Miranda, que vino de Chile, para trabajar en un programa para analizar los efectos de la crisis de la industria maderera, las curtiembres y la industria láctea", informó. "La madera no cayó por el efecto de la crisis. Esta es una afirmación rotunda que hago, porque viene cayendo desde inicio de 2008 y tiene que ver, entre otras cosas, con la menor demanda de papel. La industria de la madera en nuestro país casi que trabaja para el chipeado, para la producción de pasta de celulosa. Esto está haciendo un gran efecto", indicó. La madera no estaba en el plan "Estamos negociando para tener un abanico de propuestas, de herramientas, primero con el gobierno y después con las empresas, para que los efectos de la crisis no lleven a la pérdida de salario y de puestos de trabajo", señaló el dirigente del Pit-Cnt, Juan Castillo. No obstante, subrayó que la madera no estaba incluido en las negociaciones que se realizan con el gobierno. "Lo único que se nos escapa es esto, porque no sé qué es lo que dice el acuerdo que firmaron los trabajadores. No tenía una valoración para prever que los trabajadores firmaran un acuerdo a la baja".
LORELEY NICROSI
La dura realidad de la crisis comenzó a mellar las aspiraciones sindicales. La firma de un acuerdo de reducción salarial en la madera, pone en cuestión la estrategia del Pit-Cnt respecto a que los trabajadores no paguen los efectos de la crisis. "Vamos a exigirle al gobierno que cumpla con lo que se comprometió y que los trabajadores no paguen la crisis", dijo a El País el secretario general del sindicato de la madera, Fernando Oyanarte. Sin embargo, el sindicalista admitió que más allá de las afirmaciones realizadas por el gobierno, y en especial por el presidente Tabaré Vázquez, los trabajadores del sector de la madera sólida, debieron firmar un acuerdo con empresas de Tacuarembó, por el cual se les reducen los jornales de trabajo, lo que les significará una pérdida del 30% de sus salarios. Avisos Google Vázquez afirmó en su discurso del 7 de marzo que los trabajadores uruguayos no pagarían los costos de la crisis. "La empresa Los Piques -del grupo Weyerhaeuser de capitales norteamericanos- nos planteó que la alternativa era la rebaja de los jornales o el envió al seguro de paro. Para nosotros la prioridad es mantener la fuente de trabajo. La crisis la empezaron a pagar los trabajadores. En este caso nosotros elegimos por el mal menor", admitió Oyanarte. Dijo que como nadie "sabe cuanto va a durar la crisis", el envió al seguro podría terminar con la fuente de trabajo. Subrayó que en el caso de la empresa Urupanel -de capitales chilenos- las perdida salarial es inferior al 30%. El dirigente gremial explicó que las aspiraciones del sindicato de la madera es que el gobierno incluya a ese sector en los afectados por la crisis. Hasta ahora a nivel oficial solo se habla de los textiles, las curtiembres y el sector automotor. "Vamos a negociar con el gobierno para que a través de la Junae o el Instituto Nacional de Empleo, se logre que las empresas paguen parte de los jornales perdidos y el resto se complemente con la capacitación", aseguró. Indicó que las negociaciones las realizarán junto al Pit-Cnt con las empresas que adopten la medida de reducir jornales. La situación de la industria de la madera comenzó a tener dificultades antes de que comenzaran a sentirse en Uruguay los efectos de la crisis global, según dijo a El País, el dirigente del Pit-Cnt Juan Castillo, quien señaló desconocer los términos del acuerdo firmado por los trabajadores de Tacuarembó. Oyanarte remarcó que no solo la industrialización de la madera sólida tiene problemas, sino también los aserraderos y las distintas áreas que abarca la producción de la pasta de celulosa. En ese sentido, indicó que por la crisis mundial el precio de la celulosa bajó y las empresas del sector decidieron reducir el nivel de producción para presionar los precios al alza, lo que llevó a que haya menos manos de obra en forestación, viveros y fletes, entre otros rubros conexos. En el caso de los aserraderos, Oyanarte explicó que si bien varios aprovecharon los meses de verano para cerrar, al adelantar las licencias de los funcionarios, gran parte retomaron ahora su tareas. Empero, destacó que un aserrado de Tacuarembó que contaba con 40 trabajadores, resolvió enviarlos al seguro de paro. "En el proceso 28 consiguieron trabajo, pero 12 fueron despedidos", indicó. Por su parte, el también integrante del sindicato de la madera, Hugo De los Santos, remarcó que se negocia que los "trabajadores no paguen la crisis con el envío al seguro de paro y los despidos". Sostuvo que cada gremio "tiene independencia para negociar", más allá de que exista un sindicato único. "Hay empresas que piden negociar directamente para este tipo de cosas", señaló. Para De los Santos, los acuerdos firmados respecto a la reducción de la jornada laboral no implican que la situación se mantenga por tiempo indeterminado sino que "se revisarán mes a mes". Al igual que Oyanarte, De los Santos consideró que los trabajadores de la madera deben ser contemplados en el programa de la Junae o el Instituto Nacional de Empleo. "Hay un fondo que debe ser reforzado con los aportes patronales y el de los trabajadores, para que además de recibir la capacitación se asegure el salario". Los gremialistas sostienen que la situación que se da con la madera, no solo es producto de la crisis sino también de la "especulación". Celulosa. Castillo admitió que "es cierto que los efectos de la crisis en algunas ramas de la actividad ya se empiezan a notar" en Uruguay. "Al punto tal lo hemos detectado que hace quince días me reuní con el director de la OIT, Guillermo Miranda, que vino de Chile, para trabajar en un programa para analizar los efectos de la crisis de la industria maderera, las curtiembres y la industria láctea", informó. "La madera no cayó por el efecto de la crisis. Esta es una afirmación rotunda que hago, porque viene cayendo desde inicio de 2008 y tiene que ver, entre otras cosas, con la menor demanda de papel. La industria de la madera en nuestro país casi que trabaja para el chipeado, para la producción de pasta de celulosa. Esto está haciendo un gran efecto", indicó. La madera no estaba en el plan "Estamos negociando para tener un abanico de propuestas, de herramientas, primero con el gobierno y después con las empresas, para que los efectos de la crisis no lleven a la pérdida de salario y de puestos de trabajo", señaló el dirigente del Pit-Cnt, Juan Castillo. No obstante, subrayó que la madera no estaba incluido en las negociaciones que se realizan con el gobierno. "Lo único que se nos escapa es esto, porque no sé qué es lo que dice el acuerdo que firmaron los trabajadores. No tenía una valoración para prever que los trabajadores firmaran un acuerdo a la baja".
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