EL CHANCHO MATÓ AL MOSQUITO

Débora Sayanes (Red Eco)



La despreocupación del Estado, la desinformación mediática y las políticas ineficientes
colaboran con el avance de la enfermedad.



La epidemia del dengue ya encontró su cura mediática. Mientras los grandes monopolios de
la información ponen su foco de atención en el virus de la gripe porcina, del que aun no
existen casos registrados en nuestro país, el dengue sigue avanzando en el territorio
argentino. Por dicha razón, un Grupo Interdisciplinario de Profesionales que desde la
epidemia de HIV/SIDA trabajan en la promoción, prevención e investigación del derecho a la
salud presentaron ante el Juzgado Contencioso Administrativo Nro 12 del Juez Guillermo
Rossi un recurso de amparo para que se condene al Estado Nacional -Ministerio de Salud- a
realizar las acciones urgentes, que resulten razonables, eficaces y eficientes para
enfrentar la grave epidemia que sufre el país como consecuencia de la ausencia de
políticas públicas destinadas a garantizar los derechos humanos a la salud y a la
conservación del medio ambiente. El grupo interdisciplinario solicitó especialmente la
asignación de partidas presupuestarias adecuadas y suficientes que hagan cesar las
omisiones del Estado.



Por otra parte, es necesario preguntarse hasta donde son eficientes las medidas de
fumigación que se están llevando adelante actualmente cuando profesionales de la salud
afirman que "La fumigación sólo ataca a los mosquitos adultos que no consiguen escapar a
ella. Si se fumiga la calle, el mosquito escapa entrando a las casas. Si se fumiga en las
casas, los mosquitos se refugian debajo de las camas, dentro de las alacenas, en los
rincones detrás de los muebles. El mosquito desarrolló ya resistencias. El mosquito
sobreviviente de una fumigación a la que se hizo resistente, se reproduce en mayor
cantidad. En poco tiempo los mosquitos serán completamente resistentes a los venenos
actuales, y deberemos utilizar otros más venenosos para humanos, plantas y animales
domésticos y de consumo".



Cabe destacar que la fumigación no ataca huevos, larvas y pupas de donde nacerán los
mosquitos. El uso sistemático de la limpieza mecánica (sacar el agua estancada, poner boca
abajo los lugares donde pueda juntarse el agua, tapar con plástico o mosquitero los
tanques de agua potable), el uso de mosquiteros en puertas, camas, cunas, y la colocación
cada tres horas de repelentes en las áreas del cuerpo expuestas, son los métodos
que -utilizados sistemáticamente-controlan la propagación de la enfermedad. Las omisiones
del Estado junto con las cortinas de humo de la información hacia la enfermedad del dengue
no proporcionan los medios eficaces para controlarla.



3 DE MAYO DE 2009