"ESTUPIDECES"
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"ESTUPIDECES"
el candidato del frente reconoció su error y culpó
al autor del libro de sorprenderlo en su buena fe
Mujica hizo mea culpa
tras críticas de Vázquez
El presidente Tabaré Vázquez y el senador José Mujica se enfrentaron ayer por las declaraciones del candidato en el libro “Pepe Coloquios”. El mandatario calificó los dichos de Mujica como “estupideces” dichas con “actitud pontifical”. "Soy frenteamplista, apoyo lo que el Frente Amplio (FA) ha hecho, apoyo a su candidato y comparto muchas cosas de las que dice pero otras no", dijo Vázquez. Las que no comparte son "aquellas criticando a todo y a todos, a veces con una actitud pontifical y en un terreno filosofal, quedando preso de muchas de estas expresiones. Algunas de ellas son simplemente estupideces". Horas después Mujica reconoció que "tiene razón", pero enfatizó: "A mí no me importa lo que diga el presidente".
al autor del libro de sorprenderlo en su buena fe
Mujica hizo mea culpa
tras críticas de Vázquez
El presidente Tabaré Vázquez y el senador José Mujica se enfrentaron ayer por las declaraciones del candidato en el libro “Pepe Coloquios”. El mandatario calificó los dichos de Mujica como “estupideces” dichas con “actitud pontifical”. "Soy frenteamplista, apoyo lo que el Frente Amplio (FA) ha hecho, apoyo a su candidato y comparto muchas cosas de las que dice pero otras no", dijo Vázquez. Las que no comparte son "aquellas criticando a todo y a todos, a veces con una actitud pontifical y en un terreno filosofal, quedando preso de muchas de estas expresiones. Algunas de ellas son simplemente estupideces". Horas después Mujica reconoció que "tiene razón", pero enfatizó: "A mí no me importa lo que diga el presidente".
VOLTAIRE- Cantidad de envíos : 981
Fecha de inscripción : 02/12/2007
Reacción de Vázquez conmueve la campaña
LA SEMANA POLÍTICa
Reacción de Vázquez conmueve la campaña
ALFONSO LESSA
Si las afirmaciones de Mujica en los últimos días fueron asombrosas, las críticas que le realizó el presidente Tabaré Vázquez desde Nueva York, resultaron impactantes.
Las declaraciones de Vázquez no sólo significaron un "planchazo" sin precedentes, sino que también dejaron muy en claro que el liderazgo del Frente Amplio permanece en sus manos; y que probablemente su futuro político más allá de 2010, también.
Víctima de una verborragia incontenible y dueño de un estilo que lo ayudó a crear un personaje y crecer, ahora Mujica sin embargo está siendo perjudicado por su peculiar modo de hacer las cosas. Quizás porque no se haya comprendido que una cosa es la construcción de un personaje y otra es ubicarse en el lugar de un presidenciable.
Pocos podían imaginar en la izquierda un escenario tan complicado y absurdo, creado por el propio candidato, a tan pocas semanas de las elecciones. Y muy pocos entre los blancos, podían esperar semejante obsequio.
En pocos días, Mujica arremetió contra todos -compañeros de ruta, opositores, la Justicia y el sistema político argentino- abriendo múltiples flancos para la crítica, incluso dentro de su propia fuerza política.
Primero fueron las declaraciones al diario La Nación de Buenos Aires y luego el polémico libro conocido en los últimos días, en donde se despachó a gusto.
En La Nación probablemente quiso hacer lo contrario de lo que logró, es decir enviar un mensaje tranquilizador apuntando al centro y al empresariado, al asegurar que mantendría el rumbo de Tabaré Vázquez, que no esperaran de él una actitud estatista y valorando positivamente las relaciones con Estados Unidos, entre otros puntos. Pero se metió en los tiempos de la guerrilla, justificó la violencia, cuestionó a la Justicia y propuso una polémica solución para el tema de los derechos humanos. La oposición, por supuesto, no lo desaprovechó.
Luis Alberto Lacalle estribó en esas declaraciones, para lanzar lo que sin duda será una de sus ideas centrales en lo que resta de la campaña: los uruguayos -dijo en ADM- deben elegir entre populismo al estilo Chávez, o la República.
Cuando los ecos de aquellas declaraciones a La Nación comenzaban a acallarse, llegó lo peor: se conoció el libro Pepe Coloquios de Alfredo García, en el que el candidato no dejó títere con cabeza. Los intentos de aclaración fueron casi peor que sus dichos: que no había corregido el libro, que no había podido leerlo, que no había autorizado su publicación, e incluso, que pensaba que una charla durante tantas horas con un grabador enfrente, era privada.
Pero si los dichos de Mujica agitaron al ambiente político, la reacción de Vázquez en Nueva York, provocó un verdadero "shock". Vázquez sabía exactamente lo que hacía: mientras el enviado de Canal 12, Alejandro Figueredo realizaba un reporte, el presidente se le acercó por detrás después de bajar de un automóvil, y comenzó a dialogar con el periodista.
Enseguida de hablar de otros temas, el presidente insinuó que votará a Mujica por disciplina y dejó muy en claro que hay expresiones del candidato que no comparte, "sobre todo aquellas que hace criticando a todo y a todos, a veces con una actitud pontifical, en un terreno filosofal quedando preso de muchas de estas expresiones, algunas de ellas que son simplemente estupideces…". El presidente lanzaba un tremendo cachetazo a distancia; un presidente que recibió con perplejidad los dichos durante su visita a Estados Unidos, en la que está cosechando resultados que benefician al oficialismo en la campaña.
Al comienzo Mujica intentó minimizar las críticas del presidente afirmando que no le importaban. Pero muy poco después comprendió el lío en el que se había metido y en el que había metido al propio Frente. Y pidió disculpas.
La figura de Mujica -que por momentos parece inmune a todo- es hoy un poco más vulnerable. Los hechos dirán si estos episodios tendrán algún tipo de efecto electoral, aunque sí provocaron ya un costo innecesario al oficialismo. La oposición, en tanto, no se puede quejar del escenario que le han armado. En sus manos está aprovecharlo.
El País Digital
Reacción de Vázquez conmueve la campaña
ALFONSO LESSA
Si las afirmaciones de Mujica en los últimos días fueron asombrosas, las críticas que le realizó el presidente Tabaré Vázquez desde Nueva York, resultaron impactantes.
Las declaraciones de Vázquez no sólo significaron un "planchazo" sin precedentes, sino que también dejaron muy en claro que el liderazgo del Frente Amplio permanece en sus manos; y que probablemente su futuro político más allá de 2010, también.
Víctima de una verborragia incontenible y dueño de un estilo que lo ayudó a crear un personaje y crecer, ahora Mujica sin embargo está siendo perjudicado por su peculiar modo de hacer las cosas. Quizás porque no se haya comprendido que una cosa es la construcción de un personaje y otra es ubicarse en el lugar de un presidenciable.
Pocos podían imaginar en la izquierda un escenario tan complicado y absurdo, creado por el propio candidato, a tan pocas semanas de las elecciones. Y muy pocos entre los blancos, podían esperar semejante obsequio.
En pocos días, Mujica arremetió contra todos -compañeros de ruta, opositores, la Justicia y el sistema político argentino- abriendo múltiples flancos para la crítica, incluso dentro de su propia fuerza política.
Primero fueron las declaraciones al diario La Nación de Buenos Aires y luego el polémico libro conocido en los últimos días, en donde se despachó a gusto.
En La Nación probablemente quiso hacer lo contrario de lo que logró, es decir enviar un mensaje tranquilizador apuntando al centro y al empresariado, al asegurar que mantendría el rumbo de Tabaré Vázquez, que no esperaran de él una actitud estatista y valorando positivamente las relaciones con Estados Unidos, entre otros puntos. Pero se metió en los tiempos de la guerrilla, justificó la violencia, cuestionó a la Justicia y propuso una polémica solución para el tema de los derechos humanos. La oposición, por supuesto, no lo desaprovechó.
Luis Alberto Lacalle estribó en esas declaraciones, para lanzar lo que sin duda será una de sus ideas centrales en lo que resta de la campaña: los uruguayos -dijo en ADM- deben elegir entre populismo al estilo Chávez, o la República.
Cuando los ecos de aquellas declaraciones a La Nación comenzaban a acallarse, llegó lo peor: se conoció el libro Pepe Coloquios de Alfredo García, en el que el candidato no dejó títere con cabeza. Los intentos de aclaración fueron casi peor que sus dichos: que no había corregido el libro, que no había podido leerlo, que no había autorizado su publicación, e incluso, que pensaba que una charla durante tantas horas con un grabador enfrente, era privada.
Pero si los dichos de Mujica agitaron al ambiente político, la reacción de Vázquez en Nueva York, provocó un verdadero "shock". Vázquez sabía exactamente lo que hacía: mientras el enviado de Canal 12, Alejandro Figueredo realizaba un reporte, el presidente se le acercó por detrás después de bajar de un automóvil, y comenzó a dialogar con el periodista.
Enseguida de hablar de otros temas, el presidente insinuó que votará a Mujica por disciplina y dejó muy en claro que hay expresiones del candidato que no comparte, "sobre todo aquellas que hace criticando a todo y a todos, a veces con una actitud pontifical, en un terreno filosofal quedando preso de muchas de estas expresiones, algunas de ellas que son simplemente estupideces…". El presidente lanzaba un tremendo cachetazo a distancia; un presidente que recibió con perplejidad los dichos durante su visita a Estados Unidos, en la que está cosechando resultados que benefician al oficialismo en la campaña.
Al comienzo Mujica intentó minimizar las críticas del presidente afirmando que no le importaban. Pero muy poco después comprendió el lío en el que se había metido y en el que había metido al propio Frente. Y pidió disculpas.
La figura de Mujica -que por momentos parece inmune a todo- es hoy un poco más vulnerable. Los hechos dirán si estos episodios tendrán algún tipo de efecto electoral, aunque sí provocaron ya un costo innecesario al oficialismo. La oposición, en tanto, no se puede quejar del escenario que le han armado. En sus manos está aprovecharlo.
El País Digital
VOLTAIRE- Cantidad de envíos : 981
Fecha de inscripción : 02/12/2007
EL ODIO ACÉRRIMO ES MAL CONSEJERO...
Y TE LLEVA A CITAR A TU ENEMIGO VERDADERO COMO SI FUERA TU AMIGO...
ABRAZATE A UNA CULEBRA
DALE UN CHUPÓN A UN SAPO.
HERMANO, NO TE VAYAS
HA NACIDO UNA ESPERANZA...
ABRAZATE A UNA CULEBRA
DALE UN CHUPÓN A UN SAPO.
HERMANO, NO TE VAYAS
HA NACIDO UNA ESPERANZA...
Bistrus- Cantidad de envíos : 394
Fecha de inscripción : 09/12/2007
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