UNA MANGA DE PELOTUDOS DEL PRIMERO AL ÚLTIMO
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UNA MANGA DE PELOTUDOS DEL PRIMERO AL ÚLTIMO
Andrés Capelán
MONTEVIDEO/URUGUAY/25.09.09/COMCOSUR AL DÍA -
El otro día escuchaba hablar de la "crudeza"
de esta campaña electoral y escuchaba al presidente Vázquez convocando a "bajar los
decibeles" o "la pelota al piso" o "las revoluciones" (innecesario, ésas hace mucho tiempo
que se bajaron de todos los estandartes frenteamplistas), y pensaba: "o me estoy volviendo
loco, o alguien está ingiriendo alguna sustancia prohibida, porque si hubo una campaña
electoral tranquila hasta lo anodino, ésa ha sido ésta."
No sé, a lo mejor lo que pasa es que nada me parece grave por la ajenidad con la que estoy
viendo esta etapa, pero hago un poquito de memoria nomás, y recuerdo las campañas
anteriores, y todas fueron mucho más duras que ésta, que si va a pasar a la historia, no
va a ser por la violencia de los discursos o las acciones, sino por las estupideces
cometidas por los candidatos.
Tan así que basta que hable Lacalle y proponga alguna de sus ideas brillantes como los
"lavaderos de pobres", para que Mujica suba en las encuestas; y basta que Mujica conceda
un reportaje a un diario o tenga una conversación de boliche con alguien que le está
haciendo un libro, para que Lacalle suba en la intención de voto.
Uno los ve, los lee y los escucha y le cuesta aceptar que puedan ser tan, pero tan
pelotudos. El uno y el otro, los dos: un par de viejos pelotudos diciendo pelotudeces. Y
lo lindo es que después que dicen las pelotudeces, dicen que no dijeron lo que dijeron.
Mujica, concretamente, después de haberse mandado una sarta de comentarios que ofenden a
derecha e izquierda, ahora le echa la culpa al periodista que se las grabó (y el
periodista que se las grabó les echa la culpa a los demás por malinterpretar y
descontextualizar lo allí dicho).
Si, claro, la culpa siempre es "del otro". La culpa es mía, que leo algo que el periodista
no quiso escribir pero que además el entrevistado no quiso decir. Pucha carajo con mi
mente pervertida y tendenciosa, con mi malpensar, con mi malaleche que lee "caca y pichí"
donde dice "caca y pichí". Pucha carajo con mi mente retorcida que logra sacar de contexto
pedazos de la realidad, que logra leer una frase de Mujica transcripta por García haciendo
abstracción del resto del universo, olvidándose de quien es Mujica y que fue lo que hizo y
dijo en los últimos 45 años.
Pero bueno, si, yo también he pecado de ingenuidad, al igual que Mujica y García. Yo
pensaba que aquello de Jorge Batlle diciéndole a la cadena Bloomberg que los políticos
argentinos eran "una manga de corruptos del primero al último", era el non plus ultra de
la bocabiertez, y ahora me vengo a dar cuenta de que la estulticia anida en los lugares
menos pensados (precisamente...), y de que cuanto más viento en la camiseta agarre una
persona, más propensa está a decir pelotudeces.
Yo tengo queridos amigos que todavía están en el MPP y/o en el MLN (algunos no saben si en
uno o en otro o en los dos, pero eso es otro tema, en serio, no quiero ser cínico); y
luego de las elecciones internas uno de ellos me manifestaba su temor a que el Frente
Amplio no ganara en primera vuelta -lo que según él equivalía a perder también en la
segunda-, y yo le decía que si era eso lo que le preocupaba, que se quedara tranquilo, que
ya estaba, que lo único que necesitaban era que el Pepe se callara la boca e hiciera la
plancha hasta octubre.
Pero no, ese viejo cabeza dura (Mujica siempre fue un viejo cabeza dura, hasta cuando era
joven) tuvo que salir a dar reportajes a diestra y siniestra y a opinar de cuanta cosa le
pusieran por delante. Y bueno... ahí tiene el resultado: ahora a remar contra la
corriente, a subir el repecho a marchas forzadas, ahora a joderse y tomar quina, pero eso
sí: a no echarle la culpa a los demás, que eso es muy fácil pero también muy deshonesto.
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MONTEVIDEO/URUGUAY/25.09.09/COMCOSUR AL DÍA -
El otro día escuchaba hablar de la "crudeza"
de esta campaña electoral y escuchaba al presidente Vázquez convocando a "bajar los
decibeles" o "la pelota al piso" o "las revoluciones" (innecesario, ésas hace mucho tiempo
que se bajaron de todos los estandartes frenteamplistas), y pensaba: "o me estoy volviendo
loco, o alguien está ingiriendo alguna sustancia prohibida, porque si hubo una campaña
electoral tranquila hasta lo anodino, ésa ha sido ésta."
No sé, a lo mejor lo que pasa es que nada me parece grave por la ajenidad con la que estoy
viendo esta etapa, pero hago un poquito de memoria nomás, y recuerdo las campañas
anteriores, y todas fueron mucho más duras que ésta, que si va a pasar a la historia, no
va a ser por la violencia de los discursos o las acciones, sino por las estupideces
cometidas por los candidatos.
Tan así que basta que hable Lacalle y proponga alguna de sus ideas brillantes como los
"lavaderos de pobres", para que Mujica suba en las encuestas; y basta que Mujica conceda
un reportaje a un diario o tenga una conversación de boliche con alguien que le está
haciendo un libro, para que Lacalle suba en la intención de voto.
Uno los ve, los lee y los escucha y le cuesta aceptar que puedan ser tan, pero tan
pelotudos. El uno y el otro, los dos: un par de viejos pelotudos diciendo pelotudeces. Y
lo lindo es que después que dicen las pelotudeces, dicen que no dijeron lo que dijeron.
Mujica, concretamente, después de haberse mandado una sarta de comentarios que ofenden a
derecha e izquierda, ahora le echa la culpa al periodista que se las grabó (y el
periodista que se las grabó les echa la culpa a los demás por malinterpretar y
descontextualizar lo allí dicho).
Si, claro, la culpa siempre es "del otro". La culpa es mía, que leo algo que el periodista
no quiso escribir pero que además el entrevistado no quiso decir. Pucha carajo con mi
mente pervertida y tendenciosa, con mi malpensar, con mi malaleche que lee "caca y pichí"
donde dice "caca y pichí". Pucha carajo con mi mente retorcida que logra sacar de contexto
pedazos de la realidad, que logra leer una frase de Mujica transcripta por García haciendo
abstracción del resto del universo, olvidándose de quien es Mujica y que fue lo que hizo y
dijo en los últimos 45 años.
Pero bueno, si, yo también he pecado de ingenuidad, al igual que Mujica y García. Yo
pensaba que aquello de Jorge Batlle diciéndole a la cadena Bloomberg que los políticos
argentinos eran "una manga de corruptos del primero al último", era el non plus ultra de
la bocabiertez, y ahora me vengo a dar cuenta de que la estulticia anida en los lugares
menos pensados (precisamente...), y de que cuanto más viento en la camiseta agarre una
persona, más propensa está a decir pelotudeces.
Yo tengo queridos amigos que todavía están en el MPP y/o en el MLN (algunos no saben si en
uno o en otro o en los dos, pero eso es otro tema, en serio, no quiero ser cínico); y
luego de las elecciones internas uno de ellos me manifestaba su temor a que el Frente
Amplio no ganara en primera vuelta -lo que según él equivalía a perder también en la
segunda-, y yo le decía que si era eso lo que le preocupaba, que se quedara tranquilo, que
ya estaba, que lo único que necesitaban era que el Pepe se callara la boca e hiciera la
plancha hasta octubre.
Pero no, ese viejo cabeza dura (Mujica siempre fue un viejo cabeza dura, hasta cuando era
joven) tuvo que salir a dar reportajes a diestra y siniestra y a opinar de cuanta cosa le
pusieran por delante. Y bueno... ahí tiene el resultado: ahora a remar contra la
corriente, a subir el repecho a marchas forzadas, ahora a joderse y tomar quina, pero eso
sí: a no echarle la culpa a los demás, que eso es muy fácil pero también muy deshonesto.
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El Muerto- Cantidad de envíos : 567
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