ASIGNACION POR HIJO
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ASIGNACION POR HIJO
“Esto es un acto de estricta reparación”
La asignación universal finalmente salió por decreto. La cobrarán
todos aquellos que actualmente no perciben salario familiar. Los
fondos, unos 10 mil millones de pesos anuales, saldrán de la Anses. Se
exigirán vacunas y escolaridad.
Por Martín Piqué
La Presidenta realizó el anuncio en la Casa Rosada ante gobernadores y funcionarios que concurrieron sin saber qué se diría.
Y en eso llegó la asignación universal. Con el
efecto sorpresa que el Gobierno quiso imprimirle al anuncio, un efecto
que buscaba compensar las críticas opositoras por la presentación el
día antes del proyecto de reforma política, la presidenta Cristina
Fernández sorprendió ayer a buena parte de la dirigencia política al
anunciar la creación por decreto de la tan esperada asignación
universal por hijo. El beneficio estará destinado a todos los menores
de familias desocupadas o que trabajan en la economía informal.
Consiste en una suma fija de 180 pesos que será cobrado por uno de los
padres si se cumplen dos requisitos. En el caso de los menores de cinco
años, los padres tendrán que presentar los certificados de vacunación y
control sanitario obligatorio; para los que superen esa edad, el
progenitor deberá mostrar documentación que acredite que su hijo está
cursando el ciclo lectivo correspondiente. “Este es un acto de estricta
reparación, pero será un acto de justicia cuando cada padre tenga un
buen trabajo, un buen salario y una buena casa”, aseguró la Presidenta.
La implementación de esta asignación universal será financiada con fondos
de la Anses por un total de 10.800 millones de pesos. Esa cifra se
adicionará al presupuesto ya asignado al Ministerio de Desarrollo
Social para el año 2010: alrededor de 14 mil millones de pesos. “Esto
no va a terminar con la pobreza, pero va a servir como paliativo para
quienes todavía no tienen trabajo”, aclaró la mandataria. El decreto
que establece la asignación lleva el número 1602. Una locutora de la
Presidencia lo leyó completo mientras las cámaras transmitían por
cadena nacional.
Durante su exposición en el Salón de las
Mujeres, la Presidenta se encargó de subrayar que la medida era posible
gracias al pase al Estado de la administración de los fondos de las
AFJP. “A los que no nos acompañaron en el Congreso cuando decidimos que
los recursos de los trabajadores volvieran a la administración del
sector público les decimos: bueno, fíjense cómo podrían haber ayudado
para que esto se llevara adelante. Por suerte tuvimos las voluntades de
aquellos que aún no perteneciendo a nuestro espacio, se sobrepusieron a
la oposición por la oposición misma y apoyaron algo que había sido
largamente demandado”, dijo CFK.
El acto había sido convocado a último momento y con el mayor de los hermetismos. La mejor prueba de eso fue la sorpresa con que los gobernadores que habían
viajado a Buenos Aires para estar en la presentación del proyecto de
ley de reforma política recibieron el llamado del secretario general de
la Presidencia, Oscar Parrilli, que los instaba a permanecer en Buenos
Aires y concurrir a la Casa Rosada al día siguiente. Al recibir las
invitaciones, ninguno de los gobernadores fue informado sobre cuál
sería el anuncio que se estaba preparando. Tampoco recibieron precisión
alguna los dirigentes de las organizaciones sociales, incluso aquellos
como Emilio Pérsico y Fernando “Chino” Navarro que fueron invitados
telefónicamente por el propio Néstor Kirchner. “Nosotros no sabíamos
sobre qué iba a ser el acto. Quizá sabía algo Agustín Rossi pero
siempre se dicen tantas cosas”, comentó a Página/12 el diputado y
apoderado de la CGT, Héctor Recalde.
¡Anses, Anses, qué grande sos!
En el oficialismo venían circulando varias propuestas sobre asignación
universal por hijo desde hacía meses. El estudio de las distintas
variables, cada una con su alternativa de financiamiento, también se
había extendido al Congreso, donde varios bloques legislativos venían
trabajando en sus propios borradores. Sin embargo, el proyecto que
terminó inspirando al decreto fue monitoreado por el ministro de
Trabajo, Carlos Tomada, su par de Economía, Amado Boudou, y el titular
de la Anses, Diego Bossio. En la preparación colaboraron varios
profesionales y especialistas en políticas sociales, algunos
provenientes del espacio Carta Abierta. La propia CFK reconoció
indirectamente que la asignación universal por hijo era un reclamo
transversal a todos los partidos. “Había muchísimos proyectos, pero no
encontrábamos en ninguno la fuente de financiamiento”, dijo.
La mención al financiamiento era una referencia indirecta al debate acerca
de la conveniencia de crear un impuesto a la renta financiera para
solventar el costo de la asignación universal. En el acto, la
Presidenta dijo que según sus cálculos un gravamen de ese tipo sólo
permitiría recaudar unos 500 millones de pesos. Otras cuentas del
Ministerio de Economía elevaban la cifra a 1000 millones. En cualquier
caso, ambas estimaciones están muy lejos de los casi 10 mil millones de
pesos que terminará aportando la Anses. La explicación de la locutora
fue escuchada con atención por gobernadores y ministros. Tampoco podían
faltar los representantes de los derechos humanos, los movimientos
sociales y la centroizquierda. En las primeras filas estaban Hebe de
Bonafini, Estela Carlotto, Luis D’Elía (FTV), Edgardo Depetri (Frente
Transversal), Carlos Heller (Partido Solidario), entre otros dirigentes.
La implementación de la asignación universal por hijo aprovechará la red
de oficinas que la Anses tiene a lo largo del país. Los interesados en
recibir el beneficio deberán presentarse ante la repartición más
cercana con la partida de nacimiento de su hijo o hijos, el DNI y una
declaración jurada del padre o progenitor que certifique que no tiene
empleo en blanco. Una vez que el trámite haya sido aprobado, el
interesado comenzará a recibir mensualmente el 80 por ciento del
subsidio de 180 pesos –144 pesos– mientras que el 20 por ciento
restante –36 pesos– se depositará todos los meses en una cuenta
personal del Banco Nación. El beneficiario recibirá una tarjeta
magnética y podrá retirar lo que se haya ido sumando en marzo del año
siguiente: para hacerlo deberá demostrar que su hijo cumplió con el
calendario de vacunación –en el caso de los menores de cinco años– o
que terminó el año lectivo de manera regular.
Página 12
La asignación universal finalmente salió por decreto. La cobrarán
todos aquellos que actualmente no perciben salario familiar. Los
fondos, unos 10 mil millones de pesos anuales, saldrán de la Anses. Se
exigirán vacunas y escolaridad.
Por Martín Piqué
La Presidenta realizó el anuncio en la Casa Rosada ante gobernadores y funcionarios que concurrieron sin saber qué se diría.
Y en eso llegó la asignación universal. Con el
efecto sorpresa que el Gobierno quiso imprimirle al anuncio, un efecto
que buscaba compensar las críticas opositoras por la presentación el
día antes del proyecto de reforma política, la presidenta Cristina
Fernández sorprendió ayer a buena parte de la dirigencia política al
anunciar la creación por decreto de la tan esperada asignación
universal por hijo. El beneficio estará destinado a todos los menores
de familias desocupadas o que trabajan en la economía informal.
Consiste en una suma fija de 180 pesos que será cobrado por uno de los
padres si se cumplen dos requisitos. En el caso de los menores de cinco
años, los padres tendrán que presentar los certificados de vacunación y
control sanitario obligatorio; para los que superen esa edad, el
progenitor deberá mostrar documentación que acredite que su hijo está
cursando el ciclo lectivo correspondiente. “Este es un acto de estricta
reparación, pero será un acto de justicia cuando cada padre tenga un
buen trabajo, un buen salario y una buena casa”, aseguró la Presidenta.
La implementación de esta asignación universal será financiada con fondos
de la Anses por un total de 10.800 millones de pesos. Esa cifra se
adicionará al presupuesto ya asignado al Ministerio de Desarrollo
Social para el año 2010: alrededor de 14 mil millones de pesos. “Esto
no va a terminar con la pobreza, pero va a servir como paliativo para
quienes todavía no tienen trabajo”, aclaró la mandataria. El decreto
que establece la asignación lleva el número 1602. Una locutora de la
Presidencia lo leyó completo mientras las cámaras transmitían por
cadena nacional.
Durante su exposición en el Salón de las
Mujeres, la Presidenta se encargó de subrayar que la medida era posible
gracias al pase al Estado de la administración de los fondos de las
AFJP. “A los que no nos acompañaron en el Congreso cuando decidimos que
los recursos de los trabajadores volvieran a la administración del
sector público les decimos: bueno, fíjense cómo podrían haber ayudado
para que esto se llevara adelante. Por suerte tuvimos las voluntades de
aquellos que aún no perteneciendo a nuestro espacio, se sobrepusieron a
la oposición por la oposición misma y apoyaron algo que había sido
largamente demandado”, dijo CFK.
El acto había sido convocado a último momento y con el mayor de los hermetismos. La mejor prueba de eso fue la sorpresa con que los gobernadores que habían
viajado a Buenos Aires para estar en la presentación del proyecto de
ley de reforma política recibieron el llamado del secretario general de
la Presidencia, Oscar Parrilli, que los instaba a permanecer en Buenos
Aires y concurrir a la Casa Rosada al día siguiente. Al recibir las
invitaciones, ninguno de los gobernadores fue informado sobre cuál
sería el anuncio que se estaba preparando. Tampoco recibieron precisión
alguna los dirigentes de las organizaciones sociales, incluso aquellos
como Emilio Pérsico y Fernando “Chino” Navarro que fueron invitados
telefónicamente por el propio Néstor Kirchner. “Nosotros no sabíamos
sobre qué iba a ser el acto. Quizá sabía algo Agustín Rossi pero
siempre se dicen tantas cosas”, comentó a Página/12 el diputado y
apoderado de la CGT, Héctor Recalde.
¡Anses, Anses, qué grande sos!
En el oficialismo venían circulando varias propuestas sobre asignación
universal por hijo desde hacía meses. El estudio de las distintas
variables, cada una con su alternativa de financiamiento, también se
había extendido al Congreso, donde varios bloques legislativos venían
trabajando en sus propios borradores. Sin embargo, el proyecto que
terminó inspirando al decreto fue monitoreado por el ministro de
Trabajo, Carlos Tomada, su par de Economía, Amado Boudou, y el titular
de la Anses, Diego Bossio. En la preparación colaboraron varios
profesionales y especialistas en políticas sociales, algunos
provenientes del espacio Carta Abierta. La propia CFK reconoció
indirectamente que la asignación universal por hijo era un reclamo
transversal a todos los partidos. “Había muchísimos proyectos, pero no
encontrábamos en ninguno la fuente de financiamiento”, dijo.
La mención al financiamiento era una referencia indirecta al debate acerca
de la conveniencia de crear un impuesto a la renta financiera para
solventar el costo de la asignación universal. En el acto, la
Presidenta dijo que según sus cálculos un gravamen de ese tipo sólo
permitiría recaudar unos 500 millones de pesos. Otras cuentas del
Ministerio de Economía elevaban la cifra a 1000 millones. En cualquier
caso, ambas estimaciones están muy lejos de los casi 10 mil millones de
pesos que terminará aportando la Anses. La explicación de la locutora
fue escuchada con atención por gobernadores y ministros. Tampoco podían
faltar los representantes de los derechos humanos, los movimientos
sociales y la centroizquierda. En las primeras filas estaban Hebe de
Bonafini, Estela Carlotto, Luis D’Elía (FTV), Edgardo Depetri (Frente
Transversal), Carlos Heller (Partido Solidario), entre otros dirigentes.
La implementación de la asignación universal por hijo aprovechará la red
de oficinas que la Anses tiene a lo largo del país. Los interesados en
recibir el beneficio deberán presentarse ante la repartición más
cercana con la partida de nacimiento de su hijo o hijos, el DNI y una
declaración jurada del padre o progenitor que certifique que no tiene
empleo en blanco. Una vez que el trámite haya sido aprobado, el
interesado comenzará a recibir mensualmente el 80 por ciento del
subsidio de 180 pesos –144 pesos– mientras que el 20 por ciento
restante –36 pesos– se depositará todos los meses en una cuenta
personal del Banco Nación. El beneficiario recibirá una tarjeta
magnética y podrá retirar lo que se haya ido sumando en marzo del año
siguiente: para hacerlo deberá demostrar que su hijo cumplió con el
calendario de vacunación –en el caso de los menores de cinco años– o
que terminó el año lectivo de manera regular.
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Marcela- Cantidad de envíos : 150
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