Radicarse en Uruguay o regresar es un dolor de cabeza

dayrdan Lun Mar 24, 2008 12:23 pm

Radicarse en Uruguay es un dolor de cabeza
Migración. Reglamentan la ley que agilita los trámites
El trámite para obtener la residencia permanente en Uruguay es complejo, pero se espera que se simplifique con la nueva ley que también apunta a regularizar la situación de los extranjeros ilegales y facilitar el regreso de los uruguayos al país.
Las políticas migratorias -que en otras partes del mundo son fundamentales para los gobiernos e incluso son el centro de las campañas políticas- pasan desapercibidas en un Uruguay acostumbrado a despedir gente y que por ende se preocupa más por cómo son recibidos sus ciudadanos en el resto del mundo que por cómo recibe a los extranjeros que llegan.
A fines de 2007 llegó a Montevideo un hombre de mediana edad y habla inglesa con la firme intención de quedarse. Universitario, con un máster además, pensó que no iba ser difícil tramitar su residencia permanente en Uruguay, pero el trámite le resultó complicado desde el principio.
La Dirección Nacional de Migraciones da sólo 10 números por día y no tiene traductores para ayudar a los extranjeros que no hablan español. El periplo comenzó para él en su país de origen, donde pidió sus certificados de buena conducta y de nacimiento y los legalizó en el consulado uruguayo. Al llegar a Uruguay tuvo que volver a certificar ambos documentos en la Cancillería -pues la firma del cónsul sólo legitima que el documento es original y luego el Ministerio de Relaciones Exteriores debe autenticarla- y rastrear sus certificados de buena conducta en los cuatro países en los que vivió en los últimos cinco años. Traducir estos documentos, obtener el carnet de salud para inmigrantes y avalar la solvencia económica ante un escribano es sólo una etapa del proceso que hoy puede demorar un año.
Para las autoridades de Migración estos problemas se deben a la legislación actual, que está vigente desde 1947 y no se corresponde con la realidad. Por esto el Parlamento uruguayo aprobó en el mes de diciembre de 2007 la ley 18.250 referida a la migración, en cuya reglamentación se trabaja actualmente con la esperanza de que pueda aplicarse en abril.
El director nacional de Migraciones, comisario inspector Jesús De Mello, dijo a El País que esta dependencia está atravesando un proceso de cambios y de actualización con la intención de convertir al Uruguay en un país "de puertas abiertas". Parte de los cambios tienen que ver con la nueva ley y el manual de procedimiento que se está elaborando. De Mello explicó que además se está trabajando en la incorporación de personal y en la capacitación de los funcionarios. El nuevo jerarca afirmó que otro de los cambios fundamentales a llevar adelante es la digitalización del archivo de migraciones que desde 1896 a 1993 se encuentra en papel. Además, De Mello dijo que actualizarán el software con el que realizan las estadísticas pues el programa en el que se trabaja data de 1993. Todo esto se va a realiza en un proceso licitatorio con aportes de Naciones Unidas a través de la Organización Internacional para las Migraciones. "Queremos ser un país de puertas abiertas", afirmó De Mello.
La directora del Departamento de Trámite, Isela Pereira, dijo a El País que en los últimos años se ha incrementado "muchísimo" el trabajo en Migraciones, a la vez que se han hecho más rígidos los requisitos para radicarse en Uruguay. "La certificación de los famosos medios de vida es lo que más ha complicado los trámites, además de que todo el tiempo aparecen situaciones que no están contempladas", indicó.
El director del Departamento Jurídico, Hugo Ferrer, explicó que los cambios en los requisitos se deben a que la problemática migratoria a nivel internacional se ha vuelto más sensible y se ha tenido que adaptar la ley a esa situación. "Cada vez hay más aristas que antes no se preveían y que con la legislación anterior no se podían regular", sostuvo el jerarca.
Pereira explicó que el incremento del trabajo en Migraciones unido a la falta de personal ha enlentecido los procesos y dijo estar ansiosa que se reglamente la nueva ley que a su juicio va a agilizar los trámites. "Hoy por hoy estamos dando día y hora para el mes de mayo y solo damos 10 números por día porque no damos abasto. Es un proceso complejo, no es llenar un formulario", afirmó.
En Montevideo se tramitan 10 residencias por día, a las que hay que sumarles las que se diligencian en el interior del país que son alrededor de tres por día. Ferrer explicó que la cantidad de residencias más importante proviene de Argentina, pero dijo que en los últimos años se ha incrementado mucho el numero de europeos que aspiran a vivir en Uruguay. "Hay muchos matrimonios de jubilados franceses o alemanes que vienen a vivir acá", acotó.
Pereira explicó que hasta ahora una persona que aspira a solicitar la residencia permanente debía presentar un carnet de salud especial para inmigrantes, la tarjeta de turista con la que ingresó al país, certificado de buena conducta del o los países en los que residió en los últimos cinco años y los medios de vida. "Ahí es donde se empieza a complicar porque se necesita un certificado notarial, registros en BPS, DGI, etc.", indicó. Además, si la persona no puede presentar los antecedentes, el gobierno debe pedirlos a los países con los que tiene convenios internacionales o a Interpol. Mientras se tramita la residencia a la persona se le da una cédula provisoria por un año que la habilita a trabajar y a presentarse ante aduana para traer del exterior sus objetos personales. El costo ronda los 8 mil pesos. Pescador: un caso complejo
Uno de los casos complejos, que no estaba incluido en la ley y debió ser estudiado cuidadosamente, fue el de un pescador español que no podía acceder a la residencia permanente porque los escribanos no le podían certificar los medios de vida. "Si pescaba ganaba, pero si no pescaba no ganaba nada y entonces no podía comprobar medios de vida. Estas cosas no están en los manuales, hay que resolverlas individualmente", explicó Isela Pereira. El español fue incluido en la categoría de pescador artesanal y tras inscribirse en los órganos de seguridad social comenzó a tramitar su residencia.