Fue entrega y no rescate, dicen las FARC

El conflicto en Colombia: comunicado del grupo guerrillero sobre la operación Jaque
Fue entrega y no rescate, dicen las FARC
Los rebeldes responsabilizaron de la "fuga" de los 15 rehenes a los carceleros "César" y "Gafas", a quienes culparon de traición


BOGOTA.- En su primera reacción ante la operación Jaque, que fue planeada por el ejército colombiano y determinó la liberación de Ingrid Betancourt y de otros 14 rehenes, las FARC denunciaron una "traición" de los guerrilleros que custodiaban a los secuestrados, y dijeron que no se trató de un rescate, sino de una "fuga de prisioneros".

"La fuga de los 15 prisioneros de guerra, el pasado miércoles 2 de julio, fue consecuencia directa de la despreciable conducta de «César» y «Enrique», que traicionaron su compromiso revolucionario y la confianza que en ellos se depositó", dijeron las FARC en un comunicado divulgado por la Agencia Bolivariana de Prensa (ABP), cercana a los rebeldes.

La declaración de las FARC, que sugiere que los dos carceleros habrían liberado a los rehenes a cambio de un soborno, llega días después de que un periodista suizo afirmara que la liberación de Betancourt y de los otros 14 rehenes se produjo a cambio de una recompensa de 20 millones de dólares, lo que fue desmentido por Bogotá.

"No se ha pagado un solo centavo", dijo hace unos días el ministro de Defensa colombiano Juan Manuel Santos, al desestimar la información proveniente de Suiza. "Hasta habría salido barato porque habíamos ofrecido hasta 100 [millones de dólares]. Si nos los hubiesen entregado, no habríamos tenido que hacer semejante operativo", añadió.

En el comunicado, con fecha 5 de julio y enviado desde las "montañas de Colombia", las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dijeron que mantenían "vigente" su política de concretar "acuerdos humanitarios" que logren el intercambio entre secuestrados en manos de los guerrilleros a cambio de rebeldes en prisión. Esa decisión es "independiente de un episodio como el sucedido [del rescate de Betancourt y los otros rehenes], inherente a cualquier confrontación política y militar donde se presentan victorias y reveses", agregó.

La mención del intercambio humanitario se da en medio de un creciente escepticismo acerca de que ésta sea la salida para que los guerrilleros liberen los rehenes, en virtud de que, con la liberación de Betancourt y los tres rehenes norteamericanos en la operación Jaque, ya perdieron sus principales cartas de negociación.

Además, los intentos de canje han fracasado sistemáticamente por la renuencia de la guerrilla y del gobierno a ponerse de acuerdo al respecto.

Para ponerlo en marcha, la guerrilla insiste en la desmilitarización de dos departamentos del sur de Colombia (Florida y Pradera), algo que rechaza el presidente colombiano, Alvaro Uribe, con el argumento de que así se otorgaría una ventaja militar a los rebeldes. Incluso Betancourt, poco después de su rescate, había instado a los guerrilleros a liberar a los rehenes en forma unilateral, sin esperar nada a cambio.

Alivio
De todos modos, la mención del canje humanitario en el comunicado de los guerrilleros llevó ayer alivio a los familiares de quienes aún son rehenes de las FARC, quienes temían que, tras la operación Jaque, los guerrilleros se mostraran más reticentes a negociar y que endurecieran adrede las condiciones de cautiverio de sus seres queridos.

Las FARC también desaconsejaron los rescates militares de guerrilleros, aunque el gobierno colombiano había aclarado que la operación Jaque, que requirió que se infiltraran agentes militares encubiertos en la guerrilla, se trató de un operativo de inteligencia y no de un rescate militar. "De persistir en el rescate como única vía, el gobierno debe asumir todas las consecuencias de su temeraria y aventurera decisión", advirtieron las FARC.

La operación Jaque se desarrolló el 2 de julio pasado, cuando un comando militar que simuló ser parte de una misión humanitaria rescató a Betancourt, que estaba secuestrada desde febrero del 2002, a tres contratistas estadounidenses, retenidos desde el 2003, así como a un grupo de soldados y policías.

Los dos rebeldes que custodiaban a los rehenes, Gerardo Aguilar, alias "César", y Alexander Farfán, alias "Gafas", abordaron el helicóptero al que fueron subidos los secuestrados. Según el gobierno colombiano, fueron convencidos por infiltrados de que debían conducir a los rehenes con el jefe máximo de las FARC, Alfonso Cano, para iniciar el intercambio humanitario.

Como reacción al comunicado, los familiares de los cautivos también se mostraron ayer contrarios al rescate militar de los cautivos porque temen que la guerrilla pueda asesinarlos. Y consideraron positivo que los guerrilleros siguieran considerando la posibilidad de un canje humanitario.

"Siempre hemos manifestado nuestro desacuerdo con el rescate militar, incluso desde antes de este comunicado", dijo ayer Patricia Nieto, esposa de Sigifredo López, un político regional secuestrado desde abril del 2002.

"[Que] las FARC mantengan la voluntad de hacer un acuerdo humanitario [...] me parece que es positivo", dijo Mauricio Lizcano, hijo de Oscar Tulio Lizcano, secuestrado por las FARC en agosto de 2000. "Me parece que las FARC no tomarán represalias con los que están todavía secuestrados", añadió.

Agencias AP, ANSA y Reuters