De paso por Bs As la opinión del Profesor Gonzalo Abella

Invitado a
sus estudios por “La Colectiva”, (www.lacolectiva.com.ar)

Que son un
excelente proyecto de radio comunitaria, construida participativamente con el
objetivo de lograr un medio de comunicación no solo alternativo a la los
grandes medios, sino alterativo de esta realidad impuesta; según ellos lo
plantean y que es de verdad comprobable al participar amablemente de su
invitación, que nos permite reflejar algunos de los temas planteados por este
compañero, docente uruguayo, historiador, militante, COMPATRIOTA, junto a su
compañera Isabel y otros compañeros .



-“Buscamos
analizar las tendencias mas constantes y significativas de la época y la
región, estamos viviendo en estos últimos 30 años una nueva etapa de la fase
imperialista del capitalismo: la del saqueo ambiental, de ahí la necesidad de
que la Izquierda Revolucionaria “entienda “en este siglo 21, que de
el triunfo de la Revolución Socialista Mundial, depende que el planeta no
colapse y se mantenga como entorno habitable para la humanidad.

América
Latina es potencialmente epicentro de las luchas liberadoras de la periferia
mundial, donde los postulados revolucionarios, no solo están vigentes, sino son
urgentes frente al saqueo ambiental más feroz, que lleva a límites inauditos
las penurias de l gran parte del mundo.

En este
sentido en el Uruguay, donde no hay una “nueva izquierda” en el
gobierno sino una derecha liberal con otro nombre , comienza después de la
esperanza en el Gobierno frenteamplista , a surgir la Resistencia, y es
justamente importante que en Uruguay, en la región, estos cambios
revolucionarios, de recuperación de conceptos de lucha se den con “ojos
de campo” con una Mirada Rural, ya que el tema de la tierra sigue siendo
una divisoria clave en nuestros países dependientes ,una divisoria de aguas,
por un lado el latifundio extranjerizado y sus servidores protegido por
tratados internacionales de protección de inversiones, que son la base del
saqueo y la entrega del patrimonio popular y por el otro a todos los que
convoca esta división, a las y los luchadores por la Liberación de los Pueblos.


La Tierra es
un tema central en un país intervenido económicamente y militarmente país que
los amos del mundo han programado como enclave maderero para el papel suntuario
y para el necro combustible; la decisión de estos Patrones del Mundo de
destruir la tierra y el agua en el Uruguay cumple además con un objetivo
militar: reducir nuestras posibilidades de aportar alimentos naturales y agua
dulce a un proceso de liberación continental

. En la medida
que la gente es expulsada del campo aumentan las posibilidades de convertir
parte del suelo en depósito de las basuras contaminantes provenientes de las
zonas francas y del mundo exterior, siendo esta una de las causas que la gente
de campo se va más rápidamente a vivir en los tugurios urbanos.

Hay una
izquierda revolucionaria, que aun fragmentada, pero rejuvenecida que esta
renaciendo y acelera el pulso para palpitar al ritmo continental la lucha de
clases con memoria de sus raíces multiculturales, con conciencia de Patria
Grande y de Humanidad combatiente, esto aclara el camino sin dudas.

Esa mirada
rural de la izquierda revolucionaria presenta un problema:

la mayor
parte de nuestro pueblo combatiente, con posiciones clasistas, es urbano.
Rechaza las trasnacionales, pero no ve muchas diferencias estratégicas entre
latifundios ganaderos o forestales.

Necesitamos
ojos rurales que nos cuenten con las sencillas palabras del laburante, la
tragedia que se nos viene, que incluye la próxima penuria del agua en Montevideo.
Quizás esta sea una tarea esencial para la alianza obrero-campesina.

La
organización obrera y estudiantil que forja los embriones de la organización
política de la izquierda revolucionaria necesita una mirada campesina a la
tierra.

El proletariado
necesita no solo la fuerza campesina, como en la Europa de cien años atrás:
ahora necesita también su mirada.

Acerca de una
perspectiva

Las
coyunturas irán cambiando, a medida que se acerque la ya comenzada campaña por
las próximas elecciones, el gobierno del FA hará minúsculas concesiones de
tierras a cooperativas y pequeños colonos, pero la tendencia a la concentración
de la tierra en pocas manos y hacia el enclave maderero seguirá inexorablemente
su curso, como todas las políticas públicas de sometimiento a los designios
militares y económicos del imperio.

En el partido
del gobierno es ya imposible una vuelta de timón que no sea solamente
maquillaje demagógico.

Pero dejando
de lado las inevitables idas y vueltas la tendencia llena de contradicciones,
con altibajos, pequeñas claudicaciones y saltos de crecimiento, es justamente
la del crecimiento de la conciencia agraria y la perspectiva de consolidación
de un frente programático obrero, campesino y estudiantil.

Y esto se da
en un acentuado marco de éxodo rural y de una sangría permanente de jóvenes con
capacitación académica que se van del país; pero también el exilio económico
deberá organizarse y jugar su papel en los nuevos avances de la izquierda
revolucionaria.

Represión y
lucha es el pronóstico. Un continente esperanzado nos esta mirando.

El
porteño