Ecosocialismo: una alternativa viable
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Ecosocialismo: una alternativa viable
Ecosocialismo: una alternativa viable
Aunque nos quieran hacer creer que no existen alternativas viables al neoliberalismo que somete a hombres, mujeres, animales, plantas y casi todos los seres vivos que habitan este planeta, existe un gran universo de alternativas posibles, dentro de las cuales se destaca el ecosocialismo.
La crisis ambiental y el deterioro social están profundamente interrelacionados y deben ser vistos como manifestaciones distintas del mismo sistema. En términos generales, son el resultado de la actividad industrial derivada del consumismo al que es prácticamente obligado el ser humano desde las multinacionales, cuyo principal objetivo es la maximización de sus ganancias económicas, y cuyos costos ambientales han desbordado la capacidad de la Tierra para absorber la presión sobre los recursos naturales y su consiguiente generación de deshechos.
Ante el apocalíptico desenlace que nos tiene preparado el sistema económico-político que tiene prisionero al planeta, es imperativo encontrar alternativas.
El mayor reto al que nos enfrentamos en este sentido es organizar a todos los sectores de la sociedad, en pos de un objetivo común. Es importante entonces dar consistencia organizativa a todos los sectores de la sociedad que esperan otra cosa diferente de lo que se ve en la realidad actual, desde agricultores que sueñan con trabajar su propia tierra a jóvenes interesados en la preservación del medio ambiente.
El ecosocialismo mantiene los objetivos emancipadores del socialismo de la primera época y rechaza tanto las metas reformistas -atenuadas- de la socialdemocracia, como las estructuras productivistas de las variantes burocráticas del socialismo. En cambio, insiste en redefinir tanto la vía como el objetivo de la producción socialista en un marco de referencia ecológico.
La generalización de la producción ecológica bajo condiciones socialistas puede proporcionar la base para superar la crisis actual. Se trata básicamente de sumar a los preceptos económicos que manejaba el socialismo de la primera época, los nuevos paradigmas que se nos presentan a nivel ambiental.
No hay dudas de que debemos redistribuir la riqueza generada de una forma mas equitativa que la amoralidad actual que nos presenta el neoliberalismo, con unos pocos hipermillonarios y miles de millones de hambrientos. Pero además debemos tener en cuenta que la generación de esa riqueza debe producirse con el mínimo impacto ambiental posible para un planeta que se encuentra en una crisis terminal en cuanto a sus recursos naturales.
El proyecto de una sociedad ecosocialista alternativa al neoliberalismo no es un proyecto político que se iniciará si en las próximas elecciones votamos a un partido determinado. Es importante a quién votemos pero eso sólo no va a hacer que cambie el sistema. Somos todos nosotros quienes debemos cambiar y cambiarlo. El ecosocialismo es un proyecto que para ser posible, necesita de la concientización y la práctica diaria de nuevos preceptos de conducta de cada uno de nosotros.
El ecosocialismo es un sueño, una utopía que si decidimos perseguir se convertirá en una alternativa cada vez mas tangible, para salir de esta trampa mortal que nos hemos tendido a nosotros mismos y que de otra forma acabará con la vida en el planeta, tal como la conocemos hasta ahora.
Nos reencontramos la próxima semana, con una nueva entrega de esta publicación.
Ricardo Natalichio
Director
rdnatali@ecoportal.net
www.ecoportal.net
Aunque nos quieran hacer creer que no existen alternativas viables al neoliberalismo que somete a hombres, mujeres, animales, plantas y casi todos los seres vivos que habitan este planeta, existe un gran universo de alternativas posibles, dentro de las cuales se destaca el ecosocialismo.
La crisis ambiental y el deterioro social están profundamente interrelacionados y deben ser vistos como manifestaciones distintas del mismo sistema. En términos generales, son el resultado de la actividad industrial derivada del consumismo al que es prácticamente obligado el ser humano desde las multinacionales, cuyo principal objetivo es la maximización de sus ganancias económicas, y cuyos costos ambientales han desbordado la capacidad de la Tierra para absorber la presión sobre los recursos naturales y su consiguiente generación de deshechos.
Ante el apocalíptico desenlace que nos tiene preparado el sistema económico-político que tiene prisionero al planeta, es imperativo encontrar alternativas.
El mayor reto al que nos enfrentamos en este sentido es organizar a todos los sectores de la sociedad, en pos de un objetivo común. Es importante entonces dar consistencia organizativa a todos los sectores de la sociedad que esperan otra cosa diferente de lo que se ve en la realidad actual, desde agricultores que sueñan con trabajar su propia tierra a jóvenes interesados en la preservación del medio ambiente.
El ecosocialismo mantiene los objetivos emancipadores del socialismo de la primera época y rechaza tanto las metas reformistas -atenuadas- de la socialdemocracia, como las estructuras productivistas de las variantes burocráticas del socialismo. En cambio, insiste en redefinir tanto la vía como el objetivo de la producción socialista en un marco de referencia ecológico.
La generalización de la producción ecológica bajo condiciones socialistas puede proporcionar la base para superar la crisis actual. Se trata básicamente de sumar a los preceptos económicos que manejaba el socialismo de la primera época, los nuevos paradigmas que se nos presentan a nivel ambiental.
No hay dudas de que debemos redistribuir la riqueza generada de una forma mas equitativa que la amoralidad actual que nos presenta el neoliberalismo, con unos pocos hipermillonarios y miles de millones de hambrientos. Pero además debemos tener en cuenta que la generación de esa riqueza debe producirse con el mínimo impacto ambiental posible para un planeta que se encuentra en una crisis terminal en cuanto a sus recursos naturales.
El proyecto de una sociedad ecosocialista alternativa al neoliberalismo no es un proyecto político que se iniciará si en las próximas elecciones votamos a un partido determinado. Es importante a quién votemos pero eso sólo no va a hacer que cambie el sistema. Somos todos nosotros quienes debemos cambiar y cambiarlo. El ecosocialismo es un proyecto que para ser posible, necesita de la concientización y la práctica diaria de nuevos preceptos de conducta de cada uno de nosotros.
El ecosocialismo es un sueño, una utopía que si decidimos perseguir se convertirá en una alternativa cada vez mas tangible, para salir de esta trampa mortal que nos hemos tendido a nosotros mismos y que de otra forma acabará con la vida en el planeta, tal como la conocemos hasta ahora.
Nos reencontramos la próxima semana, con una nueva entrega de esta publicación.
Ricardo Natalichio
Director
rdnatali@ecoportal.net
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dayrdan- Cantidad de envíos : 1897
Fecha de inscripción : 07/12/2007
Manifiesto Ecosocialista: un interesante punto de partida
Manifiesto Ecosocialista: un interesante punto de partida
[/b]Nuestro anterior editorial, referido al Ecosocialismo, ha tenido una respuesta mayor de la habitual. Hemos recibido durante esta semana gran cantidad de consultas, indagándonos sobre la posibilidad de conocer mas sobre esta nueva corriente de pensamiento que ofrece una alternativa real, posible y ambientalmente sustentable al sistema capitalista que hoy domina al planeta.
Varias veces en editoriales de publicaciones anteriores y también en algunos de los materiales publicados durante estos casi nueve años de vida de Ecoportal hemos hecho referencia a la necesidad de que el movimiento ambientalista diera un paso importante, pasara de la mera resistencia, al planteamiento de innovadoras alternativas que ofrecieran una apertura a la esperanza de que existen opciones al pensamiento único que pretende aferrarse en la dicotomía entre el capitalismo o la nada misma.
Posiblemente ante las "nuevas alternativas" que se vayan planteando, muchos estaremos de acuerdo y otros no, y seguramente casi nadie estará de acuerdo absolutamente en todo. Pero pensamos que lo importante es que estas nuevas corrientes de pensamiento vayan apareciendo. Por supuesto que nos referimos a las alternativas que se encuentren dentro de la línea de pensamiento del movimiento ecologista.
Luego decidiremos que partes tomar y cuales no, rescataremos lo mejor e iremos descartando o intentando mejorar lo que nos parezca. Pero siempre teniendo en cuenta que lo verdaderamente importante es que estas alternativas existan, se trabajen, se debatan y se vayan desarrollando con la participación de todos nosotros.
Todos podemos aportar cosas interesantes, puesto que se trata de un terreno totalmente fértil y bastante desconocido, donde cualquier semilla puede ser importante para mejorar la cosecha.
Para quienes estén interesados en saber mas sobre el ecosocialismo, les recomendamos leer el Manifiesto Ecosocialista, escrito hace ya algunos años y que publicamos en la página http://www.ecoportal.net/content/view/full/84441 . También hay varios artículos en Ecoportal que tratan sobre el tema, a los que pueden acceder utilizando el buscador de la página.
Pero queremos remarcar que el Ecosocialismo es una idea, un movimiento, una corriente de pensamiento que para nosotros ofrece una alternativa valida y viable, ofrece ideas y herramientas, pero que debe ser adaptada a cada lugar, a cada pueblo, a cada sociedad. No es un conjunto de recetas que basta leerlas y aplicarlas mecánicamente, sino una base sobre la que cada sociedad o cada grupo social puede trabajar para ajustarla a sus necesidades particulares con el fin de construir su propio modelo, su forma de lograrlo de acuerdo a su realidad y sus posibilidades.
Nos reencontramos la próxima semana, con una nueva entrega de esta publicación.
Ricardo Natalichio
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rdnatali@ecoportal.net
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[/b]Nuestro anterior editorial, referido al Ecosocialismo, ha tenido una respuesta mayor de la habitual. Hemos recibido durante esta semana gran cantidad de consultas, indagándonos sobre la posibilidad de conocer mas sobre esta nueva corriente de pensamiento que ofrece una alternativa real, posible y ambientalmente sustentable al sistema capitalista que hoy domina al planeta.
Varias veces en editoriales de publicaciones anteriores y también en algunos de los materiales publicados durante estos casi nueve años de vida de Ecoportal hemos hecho referencia a la necesidad de que el movimiento ambientalista diera un paso importante, pasara de la mera resistencia, al planteamiento de innovadoras alternativas que ofrecieran una apertura a la esperanza de que existen opciones al pensamiento único que pretende aferrarse en la dicotomía entre el capitalismo o la nada misma.
Posiblemente ante las "nuevas alternativas" que se vayan planteando, muchos estaremos de acuerdo y otros no, y seguramente casi nadie estará de acuerdo absolutamente en todo. Pero pensamos que lo importante es que estas nuevas corrientes de pensamiento vayan apareciendo. Por supuesto que nos referimos a las alternativas que se encuentren dentro de la línea de pensamiento del movimiento ecologista.
Luego decidiremos que partes tomar y cuales no, rescataremos lo mejor e iremos descartando o intentando mejorar lo que nos parezca. Pero siempre teniendo en cuenta que lo verdaderamente importante es que estas alternativas existan, se trabajen, se debatan y se vayan desarrollando con la participación de todos nosotros.
Todos podemos aportar cosas interesantes, puesto que se trata de un terreno totalmente fértil y bastante desconocido, donde cualquier semilla puede ser importante para mejorar la cosecha.
Para quienes estén interesados en saber mas sobre el ecosocialismo, les recomendamos leer el Manifiesto Ecosocialista, escrito hace ya algunos años y que publicamos en la página http://www.ecoportal.net/content/view/full/84441 . También hay varios artículos en Ecoportal que tratan sobre el tema, a los que pueden acceder utilizando el buscador de la página.
Pero queremos remarcar que el Ecosocialismo es una idea, un movimiento, una corriente de pensamiento que para nosotros ofrece una alternativa valida y viable, ofrece ideas y herramientas, pero que debe ser adaptada a cada lugar, a cada pueblo, a cada sociedad. No es un conjunto de recetas que basta leerlas y aplicarlas mecánicamente, sino una base sobre la que cada sociedad o cada grupo social puede trabajar para ajustarla a sus necesidades particulares con el fin de construir su propio modelo, su forma de lograrlo de acuerdo a su realidad y sus posibilidades.
Nos reencontramos la próxima semana, con una nueva entrega de esta publicación.
Ricardo Natalichio
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dayrdan- Cantidad de envíos : 1897
Fecha de inscripción : 07/12/2007
Muy interesante...
Ideas muy interesantes!
Flora
Flora
floratristán- Cantidad de envíos : 182
Fecha de inscripción : 01/12/2007
UN IMPORTANTE APORTE
UN IMPORTANTE APORTE. MUY INTERESANTE.
Volta
Volta
VOLTAIRE- Cantidad de envíos : 981
Fecha de inscripción : 02/12/2007
Bien, estamos de acuerdo?!
Hola! bien!!!!Parece que estamos todos de acuerdo en que hay que buscar las alternativas y nada de Manifiestos???o si lo quieren, poco de ellos... Bueno les estoy bromeando un poco; pero es una broma muuyyy en serio!! Chau Flora
floratristán- Cantidad de envíos : 182
Fecha de inscripción : 01/12/2007
Manifiesto Ecosocialista
Manifiesto Ecosocialista
26-02-09, Por Michael Lowy y Joel Kovel
26-02-09, Por Michael Lowy y Joel Kovel
El actual sistema capitalista no puede regular, ni mucho menos superar, las crisis que ha desatado. No puede resolver la crisis ecológica, porque esto demandaría poner límites a la acumulación, una opción inaceptable para un sistema promovido a partir de la máxima de ¡crece o perece! En términos ecológicos es profundamente insostenible y debe ser cambiado de manera fundamental -mejor aun, reemplazado- si ha de existir un futuro digno de ser vivido.
El siglo XXI se inicia en un tono catastrófico, con un grado sin precedentes de deterioro ambiental y de "orden" mundial caótico, asediado por el terror y por focos de guerra de baja intensidad (desintegradora) que se extienden como gangrena a través de amplios segmentos del planeta -África Central, Medio Oriente y noroeste de América del Sur- y reverberan en todas las naciones.
La crisis de la ecología y el derrumbe social están profundamente interrelacionados y deben ser vistos como manifestaciones distintas de unas mismas fuerzas estructurales. En términos generales, lo primero es el resultado de la industrialización rampante que desborda la capacidad de la Tierra para amortiguar y contener la desestabilización ecológica. Lo segundo se deriva de la forma de imperialismo conocida como globalización, con sus efectos desintegradores sobre las sociedades que encuentra a su paso. Más aun, estas fuerzas subyacentes son, en esencia, aspectos diferentes de un mismo impulso, que debe ser identificado como el factor dinámico central que mueve a la totalidad: la expansión del sistema capitalista mundial.
Rechazamos todos los eufemismos o el amortiguamiento propagandístico de la brutalidad de este régimen: todo intento de teñir de verde sus costos ecológicos, toda mistificación de los costos humanos bajo los nombres de democracia y derechos humanos. Insistimos, por el contrario, en la necesidad de encarar al capital en la perspectiva de lo que realmente ha hecho.
En lo que se refiere a la naturaleza y su equilibrio ecológico, este régimen, con su imperativo de constante expansión de la rentabilidad, expone los ecosistemas a contaminantes desestabilizadores; fragmenta hábitats que han evolucionado durante millones de años para permitir el florecimiento de organismos; agota los recursos y reduce la sensual vitalidad de la naturaleza al frío intercambio que requiere la acumulación de capital.
Desde el lado de la humanidad, con sus demandas de autodeterminación, comunidad y una existencia plena de sentido, el capital reduce a la mayoría de la población del mundo a mero reservorio de fuerza de trabajo, mientras descarta a muchos de los restantes como molestias inútiles. Ha invadido y erosionado la integridad de las comunidades a través de su cultura de masas global de consumismo y despolitización. Ha expandido las disparidades en riqueza y poder hasta niveles sin precedente en la historia de la humanidad. Ha trabajado en estrecha asociación con una red de estados serviles y corruptos, cuyas élites locales llevan a cabo la labor de represión y liberan al centro del oprobio de la misma. Y ha puesto en marcha una red de organizaciones transnacionales bajo la supervisión general de las potencias occidentales y de la superpotencia de Estados Unidos, para minar la autoridad de la periferia y atarla al endeudamiento, mientras mantiene un enorme aparato militar para garantizar el acuerdo con el centro capitalista.
El actual sistema capitalista no puede regular, ni mucho menos superar, las crisis que ha desatado. No puede resolver la crisis ecológica, porque esto demandaría poner límites a la acumulación -una opción inaceptable para un sistema promovido a partir de la máxima de ¡crece o perece! Y no puede resolver la crisis planteada por el terror y otras formas de rebelión violenta porque para hacerlo tendría que abandonar la lógica imperial, lo que impondría límites inaceptables al crecimiento y a todo el modo de vida sostenido por el ejercicio del poder imperial. Su única opción es acudir al recurso de la fuerza bruta, incrementando así la alineación y sembrando las semillas del terrorismo... y del contraterrorismo ulterior, evolucionando hacia una variante nueva y maligna de fascismo. En suma, el sistema capitalista mundial está en una bancarrota histórica. Se ha convertido en un imperio incapaz de adaptarse, cuyo gigantismo termina por dejar al descubierto su debilidad interna. En términos ecológicos es profundamente insostenible y debe ser cambiado de manera fundamental -mejor aun, reemplazado- si ha de existir un futuro digno de ser vivido.
De este modo, estamos nuevamente ante la clara disyuntiva planteada una vez por Rosa Luxemburgo: ¡socialismo o barbarie!. Y en esta ocasión, el rostro de la barbarie refleja la marca del siglo que empieza, y asume el semblante de la ecocatástrofe, el terror y el contraterror, y su degeneración fascista.
Sin embargo, ¿por qué el socialismo, por qué revivir esta palabra en apariencia destinada al basurero de la historia debido a los fracasos de sus interpretaciones en el siglo XX? Sólo por una razón: por muy golpeada y pendiente de realización efectiva que esté, la noción de socialismo sigue expresando la superación del capital. Si éste debe ser superado, tarea que ahora se torna urgente para la supervivencia de la civilización misma, el resultado será por fuerza socialista, porque tal es el término que designa el avance hacia una sociedad poscapitalista. Si decimos que el capital es radicalmente insostenible y se fragmenta en la barbarie que acabamos de describir, entonces decimos también que es necesario construir un socialismo capaz de superar las crisis que el capital ha venido desatando. Y si los socialismos del pasado no pudieron lograr eso, y si escogemos no someternos a un destino bárbaro, entonces nuestra obligación es luchar por otro que sea capaz de triunfar. Y del mismo modo que la barbarie ha cambiado de un modo que refleja el siglo transcurrido desde que Luxemburgo expresara su esperanzadora alternativa, el nombre y la realidad de socialismo deben ser los que requiere nuestro tiempo.
Por esas razones llamamos ecosocialismo a nuestra interpretación del socialismo y hemos decidido dedicarnos a su realización. Vemos el ecosocialismo no como la negación sino como la realización de los socialismos de primera época del siglo XX, en el contexto de la crisis ecológica. Como aquéllos, éste se construye a partir de la percepción del capital como trabajo objetivado, y se asienta en el libre desarrollo de todos los productores o, para decirlo de otra manera, en el fin de la separación de los productores respecto de los medios de producción. Entendemos que este objetivo no pudo ser realizado por los socialismos de primera época por razones que, si bien resultan demasiado complejas para ser abordadas aquí, pueden resumirse en los diversos efectos del subdesarrollo en un contexto dominado por la hostilidad de los poderes capitalistas. Esta coyuntura tuvo numerosos efectos nocivos en los socialismos realmente existentes, principalmente en lo relativo a la negación de la democracia interna mediante la emulación del productivismo capitalista, y terminó por conducir al colapso de esas sociedades y a la ruina de sus entornos naturales.
El ecosocialismo mantiene los objetivos emancipadores del socialismo de la primera época y rechaza tanto las metas reformistas -atenuadas- de la socialdemocracia, como las estructuras productivistas de las variantes burocráticas del socialismo. En cambio, insiste en redefinir tanto la vía como el objetivo de la producción socialista en un marco de referencia ecológico. Lo hace de manera específica en lo relativo a los límites del crecimiento esenciales para la sostenibilidad de la sociedad, los cuales no son adoptados, sin embargo, en el sentido de imponer escasez, mala calidad de vida y represión. El objetivo, por el contrario, consiste en una transformación de las necesidades y un cambio profundo hacia la dimensión cualitativa, alejándose de la cuantitativa. Desde el punto de vista de la producción de mercancías, esto se traduce en una valorización de los valores de uso sobre los valores de cambio -un proyecto de vasto significado, asentado en la actividad económica inmediata.
La generalización de la producción ecológica bajo condiciones socialistas puede proporcionar la base para superar la crisis actual. Una sociedad de productores libremente asociados no se detiene en su propia democratización. Por el contrario, debe insistir en la liberación de todos los seres, como sostén y como su objetivo. De este modo, supera el impulso imperialista tanto en lo objetivo como en lo subjetivo. Al alcanzar esa meta, lucha por superar todas las formas de dominación, incluyendo de manera especial las de género y raza. Y supera las condiciones que dan origen a las distorsiones fundamentalistas y sus manifestaciones terroristas.
Nadie puede leer estas ideas sin pensar, primero, en cuántos problemas prácticos y teóricos pueden surgir de ellas. Y, enseguida y de manera descorazonadora, en lo lejanas que están con respecto a la configuración presente del mundo, tanto en lo que hace a sus instituciones como en cuanto a las formas en que está presente en la conciencia. Nuestro proyecto no consiste ni en delinear cada paso de esta vía ni en ceder ante el adversario debido al carácter abrumador del poder que ostenta, sino en desarrollar la lógica de una transformación suficiente y necesaria del orden actual y en empezar a desarrollar las etapas intermedias en dirección a este objetivo. Hacemos esto con el propósito de pensar con mayor profundidad en estas posibilidades y, al propio tiempo, empezar el trabajo de diseño en conjunto con quienes comparten estas preocupaciones.
Ambien-tico
http://www.una.ac.cr/ambi/Ambien-Tico/102/index.htm
dayrdan- Cantidad de envíos : 1897
Fecha de inscripción : 07/12/2007
Tema muy importante para pensar y debatir
Está muy bueno el planteo. Y yo creo que nosotros, ya por el mero hecho de escribir aquí y razonar sobre posibles alternativas, estamos dándole forma a ese "otro mundo posible", que todavía no sabemos cómo se llamará.Pero tal vez no debamos "poner la carreta antes que los bueyes". Porque el nombre es lo de menos, lo importante es caminar hacia los cambios con paso seguro, y sin miedo de hacer cosas diferentes, creo. Estoy de acuerdo sobre todo con lo siguiente del texto:
"Nuestro
proyecto no consiste ni en delinear cada paso de esta vía ni en ceder
ante el adversario debido al carácter abrumador del poder que ostenta,
sino en desarrollar la lógica de una transformación suficiente y
necesaria del orden actual y en empezar a desarrollar las etapas
intermedias en dirección a este objetivo. Hacemos esto con el propósito
de pensar con mayor profundidad en estas posibilidades y, al propio
tiempo, empezar el trabajo de diseño en conjunto con quienes comparten
estas preocupaciones."
A propósito de "cosas diferentes", voy a ser muuuuyyy atrevida (pero no lo hago con ánimo de molestar, sino de trasmitir una opinión) Y me permito preguntarle a nuestro compañero Dayrdan porqué nunca habla con su propia voz?. Siempre me parece que estoy comunicándome con un artículo, pero un artículo que no me puede contestar. Creo que en este "nuevo mundo que está naciendo", la comunicación es un asunto de gran importancia. Pero me imagino se podría sentir algo así como "un miedo al abismo de Internet"? No sabemos qué se esconde atrás de alguien que escribe unas líneas? Pero de tan anónimos que somos tal vez se corra el riesgo de convertirse en un mundo sin cara ni presencia humana? Bueno esto todo depende de nosotros...
De mi parte me interesa "Humanizar" el mundo cosificado que puede asomarse en la Red, que bien puede ser una alternativa si le sabemos dar esa forma. También puede ser un escudo que impida la verdadera comunicación. Bueno, un saludo a to@as de Flora.
"Nuestro
proyecto no consiste ni en delinear cada paso de esta vía ni en ceder
ante el adversario debido al carácter abrumador del poder que ostenta,
sino en desarrollar la lógica de una transformación suficiente y
necesaria del orden actual y en empezar a desarrollar las etapas
intermedias en dirección a este objetivo. Hacemos esto con el propósito
de pensar con mayor profundidad en estas posibilidades y, al propio
tiempo, empezar el trabajo de diseño en conjunto con quienes comparten
estas preocupaciones."
A propósito de "cosas diferentes", voy a ser muuuuyyy atrevida (pero no lo hago con ánimo de molestar, sino de trasmitir una opinión) Y me permito preguntarle a nuestro compañero Dayrdan porqué nunca habla con su propia voz?. Siempre me parece que estoy comunicándome con un artículo, pero un artículo que no me puede contestar. Creo que en este "nuevo mundo que está naciendo", la comunicación es un asunto de gran importancia. Pero me imagino se podría sentir algo así como "un miedo al abismo de Internet"? No sabemos qué se esconde atrás de alguien que escribe unas líneas? Pero de tan anónimos que somos tal vez se corra el riesgo de convertirse en un mundo sin cara ni presencia humana? Bueno esto todo depende de nosotros...
De mi parte me interesa "Humanizar" el mundo cosificado que puede asomarse en la Red, que bien puede ser una alternativa si le sabemos dar esa forma. También puede ser un escudo que impida la verdadera comunicación. Bueno, un saludo a to@as de Flora.
floratristán- Cantidad de envíos : 182
Fecha de inscripción : 01/12/2007
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