Evo en España pide acabar con las bases de EE.UU.
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Evo en España pide acabar con las bases de EE.UU.
Comenzó la visita del presidente boliviano, plagada de citas reales y un encuentro con su par Rodríguez Zapatero
Los medios locales tratan con absoluta parcialidad a los
presidentes como Morales que cuestionan la explotación de los recursos
naturales en sus países en gran parte en manos de empresas españolas.
Por Oscar Guisoni
Evo Morales se subió anoche a la tribuna montada por sus seguidores en la plaza de toros de Leganés.
Desde Madrid
No había
pasado más de una hora de la llegada de su avión al aeropuerto
madrileño de Barajas, cuando el presidente boliviano Evo Morales se
subió anoche a la tribuna montada por sus seguidores en la plaza de
toros de Leganés. Ante unas seis mil personas y en medio de un clima
festivo en el que no faltaron danzas de homenaje a la Pachamama, el
líder indígena se sorprendió del “seguimiento que hay en España a los
procesos de liberación de los pueblos originarios en Latinoamérica” y
defendió “la rebelión permanente contra el saqueo de los recursos
naturales” al tiempo que pidió ayuda “para acabar con las bases
estadounidenses en América latina”, un mensaje que no tuvo mucho
espacio en los medios de comunicación españoles más concentrados en
reflejar los aspectos folklóricos del acto o en criticar detalles como
el hecho de que se les pedía a los asistentes los datos personales
antes de entrar.
Un recibimiento mediático muy a tono con
el desprecio habitual con el que la prensa local, independientemente de
su orientación política, trata a los presidentes del llamado “eje
bolivariano” y que casualmente son los gobernados por dirigentes que
cuestionan la explotación de los recursos naturales en sus países en
gran parte en manos de empresas españolas. Después del baño de
multitudes Evo se trasladó al Palacio de la Zarzuela donde los reyes de
España le ofrecieron una cena en su honor.
De este modo
comienza lo que será una larga visita del presidente boliviano al país
de donde proceden gran parte de las inversiones extranjeras, vinculadas
más que nada a los negocios de explotación de gas y mineros y que es
también origen de las remesas que envían los más de 250 mil bolivianos
que residen como inmigrantes –la mayor parte “sin papeles” –y que
suponen un 10 por ciento del PBI de Bolivia según cálculos
extraoficiales. La visita, plagada de citas reales, agasajos y hasta un
encuentro cara a cara con el jefe de gobierno Rodríguez Zapatero, se
prolongará hasta mañana. La intensidad y el alto nivel de los
encuentros en agenda dejan traslucir la importancia que tiene Bolivia
para las empresas españolas. En plena campaña electoral Evo aprovechará
también las fotos de rigor para profundizar en su discurso de mano
tendida a una administración como la de Rodríguez Zapatero con la que
no ha tenido grandes roces a lo largo de los cuatro años que el líder
aymara lleva en el gobierno.
La buena sintonía con el
gobierno socialista, que a Zapatero le costó incluso ser criticado por
el opositor Partido Popular por actuar, a entender de la derecha
española, de un modo “demasiado complaciente” con los miembros del
demonizado “eje bolivariano”, no se ha traducido en un mejor
tratamiento por parte de los medios de comunicación hacia Evo Morales.
Aunque no se lo menciona con el mismo tono que a Hugo Chávez, que acaba
de pasar por Madrid siendo recibido con una andanada de artículos en su
contra en la prensa –hay incluso cierta prensa ultraconservadora que lo
llama sin pudor “El gorila rojo”–, Evo merece habitualmente el mote de
“populista” y se incluye a Bolivia dentro de los países en los que no
se respeta la libertad de prensa, entre muchas otras lacras, un club al
que se ha incorporado la Argentina de Cristina Kirchner desde que envió
el proyecto de Ley de Servicios Audiovisuales al parlamento y que, de
aprobarse, obligaría a ciertos grupos multimedia españoles, como es el
caso de Prisa, editor de El País, a desprenderse de parte de sus
inversiones en el país.
Anoche, mientras el diario
conservador El mundo resaltaba con evidente mala leche la llegada de
“bolivianos venidos de todos los rincones de España se congregan esta
tarde para escuchar en persona al ‘Héroe de la Madre Tierra’, como
ellos llaman a su presidente”, El País titulaba “Un acto al que hay que
fichar para entrar” y comenzaba el artículo resaltando que “los
asistentes al acto han entregado sus datos personales a los
organizadores como condición para entrar al recinto”, como si se
tratara de una medida dictatorial e intimidatoria. ABC, también de
tendencia conservadora, le daba la palabra al portavoz del PP, González
Pons y titulaba “España se está convirtiendo en la sala VIP del
populismo internacional” y en el artículo en el que se hacía una
crónica del mitin de Evo Morales el periodista demostraba su eficacia
para encontrar entre el público a bolivianos disidentes, que afirmaban
que el mandatario boliviano “no defiende a los inmigrantes”, “viene a
vernos cuando quiere”, “que Evo me explique qué ha hecho por el país en
este tiempo”, para terminar señalando que quienes más lo vitoreaban
eran los que “portaban banderas del Partido Comunista español”. Lo que
se dice, una cobertura imparcial.
Link a la nota:
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/elmundo/4-131735-2009-09-14.html
Los medios locales tratan con absoluta parcialidad a los
presidentes como Morales que cuestionan la explotación de los recursos
naturales en sus países en gran parte en manos de empresas españolas.
Por Oscar Guisoni
Evo Morales se subió anoche a la tribuna montada por sus seguidores en la plaza de toros de Leganés.
Desde Madrid
No había
pasado más de una hora de la llegada de su avión al aeropuerto
madrileño de Barajas, cuando el presidente boliviano Evo Morales se
subió anoche a la tribuna montada por sus seguidores en la plaza de
toros de Leganés. Ante unas seis mil personas y en medio de un clima
festivo en el que no faltaron danzas de homenaje a la Pachamama, el
líder indígena se sorprendió del “seguimiento que hay en España a los
procesos de liberación de los pueblos originarios en Latinoamérica” y
defendió “la rebelión permanente contra el saqueo de los recursos
naturales” al tiempo que pidió ayuda “para acabar con las bases
estadounidenses en América latina”, un mensaje que no tuvo mucho
espacio en los medios de comunicación españoles más concentrados en
reflejar los aspectos folklóricos del acto o en criticar detalles como
el hecho de que se les pedía a los asistentes los datos personales
antes de entrar.
Un recibimiento mediático muy a tono con
el desprecio habitual con el que la prensa local, independientemente de
su orientación política, trata a los presidentes del llamado “eje
bolivariano” y que casualmente son los gobernados por dirigentes que
cuestionan la explotación de los recursos naturales en sus países en
gran parte en manos de empresas españolas. Después del baño de
multitudes Evo se trasladó al Palacio de la Zarzuela donde los reyes de
España le ofrecieron una cena en su honor.
De este modo
comienza lo que será una larga visita del presidente boliviano al país
de donde proceden gran parte de las inversiones extranjeras, vinculadas
más que nada a los negocios de explotación de gas y mineros y que es
también origen de las remesas que envían los más de 250 mil bolivianos
que residen como inmigrantes –la mayor parte “sin papeles” –y que
suponen un 10 por ciento del PBI de Bolivia según cálculos
extraoficiales. La visita, plagada de citas reales, agasajos y hasta un
encuentro cara a cara con el jefe de gobierno Rodríguez Zapatero, se
prolongará hasta mañana. La intensidad y el alto nivel de los
encuentros en agenda dejan traslucir la importancia que tiene Bolivia
para las empresas españolas. En plena campaña electoral Evo aprovechará
también las fotos de rigor para profundizar en su discurso de mano
tendida a una administración como la de Rodríguez Zapatero con la que
no ha tenido grandes roces a lo largo de los cuatro años que el líder
aymara lleva en el gobierno.
La buena sintonía con el
gobierno socialista, que a Zapatero le costó incluso ser criticado por
el opositor Partido Popular por actuar, a entender de la derecha
española, de un modo “demasiado complaciente” con los miembros del
demonizado “eje bolivariano”, no se ha traducido en un mejor
tratamiento por parte de los medios de comunicación hacia Evo Morales.
Aunque no se lo menciona con el mismo tono que a Hugo Chávez, que acaba
de pasar por Madrid siendo recibido con una andanada de artículos en su
contra en la prensa –hay incluso cierta prensa ultraconservadora que lo
llama sin pudor “El gorila rojo”–, Evo merece habitualmente el mote de
“populista” y se incluye a Bolivia dentro de los países en los que no
se respeta la libertad de prensa, entre muchas otras lacras, un club al
que se ha incorporado la Argentina de Cristina Kirchner desde que envió
el proyecto de Ley de Servicios Audiovisuales al parlamento y que, de
aprobarse, obligaría a ciertos grupos multimedia españoles, como es el
caso de Prisa, editor de El País, a desprenderse de parte de sus
inversiones en el país.
Anoche, mientras el diario
conservador El mundo resaltaba con evidente mala leche la llegada de
“bolivianos venidos de todos los rincones de España se congregan esta
tarde para escuchar en persona al ‘Héroe de la Madre Tierra’, como
ellos llaman a su presidente”, El País titulaba “Un acto al que hay que
fichar para entrar” y comenzaba el artículo resaltando que “los
asistentes al acto han entregado sus datos personales a los
organizadores como condición para entrar al recinto”, como si se
tratara de una medida dictatorial e intimidatoria. ABC, también de
tendencia conservadora, le daba la palabra al portavoz del PP, González
Pons y titulaba “España se está convirtiendo en la sala VIP del
populismo internacional” y en el artículo en el que se hacía una
crónica del mitin de Evo Morales el periodista demostraba su eficacia
para encontrar entre el público a bolivianos disidentes, que afirmaban
que el mandatario boliviano “no defiende a los inmigrantes”, “viene a
vernos cuando quiere”, “que Evo me explique qué ha hecho por el país en
este tiempo”, para terminar señalando que quienes más lo vitoreaban
eran los que “portaban banderas del Partido Comunista español”. Lo que
se dice, una cobertura imparcial.
Link a la nota:
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/elmundo/4-131735-2009-09-14.html
Bistrus- Cantidad de envíos : 394
Fecha de inscripción : 09/12/2007
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