Cóndor, la vida italiana clandestina de un torturador urugua
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Cóndor, la vida italiana clandestina de un torturador urugua
Jorge Néstor Fernández Troccoli, uruguayo: detenido en Camerota, participó
en la operación que exterminó millares de opositores de los regímenes
dictatoriales latinoamericanos
por CARLO BONINI
ROMA
- Cuentan que en la noche entre el 23 y el 24 de diciembre, el hombre se inclinó
sobre una silla de la estación de los carabineros de marina de Camerota.
Entrecerró sus viejos párpados, como quien quiere expulsar un enjambre de
fantasmas y ellos le gritan inocentes, y repentinamente se vuelven cercanos.
Listos, ésta vez, a asirlo para siempre. Cuentan todavía que, algunas horas
después de entrar en la oficina de la cárcel de reina Coeli, ha flanqueado el
lúgubre pasillo del penal en el que desde entonces está en aislamiento y
encerrado repitiendo su posición de inocencia: " no les he hecho desaparecer yo.
Yo no sabía. No podía saber...".
El hombre es un ciudadano uruguayo con
pasaporte italiano. Se llama Jorge Néstor Fernández Troccoli. es nacido en
Montevideo el 20 de marzo del 1947. Es uno de los 146 ex militares sudamericanos
que hoy la historia y la justicia italiana acusan como partes de un horror
contemporáneo llamado "Plan Cóndor", la máquina de exterminio que, entre el 1976
y el 1983, hizo estragos en Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú,
asesinando a millares de opositores políticos ( 30 mil solo en Argentina )
durante las dictaduras militares del denominado "Cono Sur".
Ciento cuarenta y
seis nombres. Generalmente forajidos. Algunos murieron, con Augusto José Ramón
Pinochet Ugarte y Alfredo Stroessner. Algunos en los penales, como sesenta y un
argentinos. Treinta y dos uruguayos. Veintidós chilenos Trece brasileños. Siete
bolivianos. Siete paraguayos. Cuatro peruanos. Los arquitectos del engranaje:
"Videla, Jorge Rafael, nacido en Mercedes el 2 agosto 1925, domiciliado en
avenida Cabildo 639, piso 6, Buenos Aires"; "Massera Emilio Eduardo, nacido en
Paraná el 19 de octubre 1925, domiciliado en Buenos Aires, avenida Libertador
2423, piso 12"; "Bordaberry Arocena Juan María, nacido en Montevideo en 1928,
ultimo domicilio conocido en Libertador Lavalleja 1513 Montevideo".... Y por
supuesto Jorge Néstor Fernández Troccoli. ¿Pero quien diablo es Jorge Néstor
Fernández Troccoli? ¿y que hacía en marina de Camerota en la
Nochebuena?
3.500 almas pueblan el municipio de marina de Camerota, provincia
de Salerno. Un habitante sobre cuatro es nacido en Sudamérica de progenitores
emigrados. Un enclave |latinoamericano que asoma sobre los Tirreno. También el
abogado Adolfo Scarano es Troccoli de parte de madre. Conoce a Jorge hace doce
años. La noche de navidad ha asumido la defensa. También él ha nacido en la otra
parte del océano, en Venezuela. Es un profesional amable, de modos afables: " No
le dice nada la historia del " León de Caprera "?". Corría el año 1880 y a tres
se les ocurrió pensar un imposible, atravesar el atlántico sobre una gorguera de
nueve metros para entregar a Giuseppe Garibaldi - el verdadero "león" - el álbum
con las firmas de una legión entera de emigrantes. Los tres eran italianos.
Marineros partidos para el Uruguay y nunca vueltos. Se llamaban Vincenzo
Fondacaro de Moja Calabra, Bastillando Grassoni de Retablo, Pedro Troccoli de
marina de Camerota. " he aquí-- dice el abogado Scarano - Pedro Troccoli es el
bisabuelo de Jorge ". La empresa salió bien.
Zarpado el 3 de octubre de 1880
de Montevideo, el "león" ancló a Livorno el 9 de junio de 1881. Troccoli fue el
único en resistir a la malaria lo que le valió ostentar sobre el pecho la
medalla de oro del Savoia.
Troccoli se volvió en los astilleros navales a
Montevideo y trajo al mundo 9 hijos. Italia, según parece, no se atravesó más en
el camino de la familia. Al menos casi un siglo. Hasta la noche del 21 de
diciembre de 1977.
Aquella tarde – según documentan las pruebas obtenidas por
el Fiscal Adjunto de Roma, Giancarlo Capaldo, quien ha trabajado diez años-- en
Buenos Aires, en un pequeño departamento de calle Lavas al 1494, Ileana Sara
María García Ramos, ciudadana italiana, y su marido Edmundo Sabino Techeira,
italiano como ella y como ella nacido a Montevideo, están atendiendo a la
pequeña Soledad, nacida siete meses atrás. Son estudiantes y trabajadores y
militan ambos en el " Gau " ( grupos de azione unido ), la resistencia sindical
uruguaya. Ambos fueron reprimidos con la violencia de la dictadura militar. Son
demorados en Argentina mas de un mes porque aquí allí los detuvieron antes de
solicitar asilo de Naciones Unidas. Hombres armados llegan salvajemente, los
arrastran por la calle. Arrancan de sus manos a Soledad ( a quién salvó el
portero del edificio). Se instalan en su domicilio, donde vivirán en los dos
días sucesivos, para que sirva el departamento de "ratonera", las ratoneras (
esperar la llegada de algún inconsciente amigo para hacerle sufrir el mismo
destino).
Ileana y Emdundo comparten la misma violencia con Yolanda Ghelpi y
su marido Julio Cesar Pallares. Italo-uruguayos como ellos. Como ellos
sindicalistas. Como ellos refugiados en Buenos Aires. En espera de un bebé al
que nunca se lo vio, porque dio a la luz en un campo de detención y fue robado
por los militares. Desaparecen en aquélla Nochebuena de 1977. Como antes Edgardo
Borelli Cattaneo y Raúl Gambaro Nuñez. Italianos de Montevideo. Sindicalistas
del Gau.
Ileana; Edmundo; Yolanda; Julio; Edgardo; Raúl. nadie le verá nunca
más. Transitaron en el centro de detención y tortura de Banfield. Luego, parten
para "destino desconocido".
En diciembre de 1977, Jorge Néstor Troccoli de 30
años del bisabuelo Pedro ha conservado solo dos cosas. El apellido y un uniforme
de marinero. Porque no trabaja en el mar, sino en Montevideo, en los calabozos
de la unidad SII, los servicios de inteligencia del Fusna, el " Fusileros
Navales ", la Marina de Guerra Uruguaya. Tiene el grado de teniente y, a fines
del "77 es el responsable de los interrogatorios de esta unidad. Daniel Rey
Piuma, en esa época Cabo de diecinueve años, ha contado de aquel agujero negro:
"las torturas se infligían tanto a hombres como a mujeres. Mi misión era la de
tomar las huellas digitales después de los interrogatorios. Los detenidos,
hombres y mujeres, venían obligatoriamente desnudos, encapuchados y unidos a las
paredes con un hilo de lana. Periódicamente llegaba un militar y los llevaba en
una habitación especial. De aquella habitación he sentido que procedían gritos,
llantos. He visto a las personas después de los interrogatorios. Lloraban.
Frecuentemente tenían todos los dedos de las manos partidos". Luego de los
interrogatorios, lo que separa la vida de la muerte es una sigla que acompaña
cada nombre. "Df" – disposición final -- significa un golpe a la nuca y la
sepultura en alguna fosa común, cubierto de cal viva.
El "destino
desconocido" de los seis de Buenos Aires - Ileana; Edmundo; Yolanda; Julio;
Edgardo; Raúl - son los calabozos del Fusna. La oficina de Jorge Néstor
Troccoli. Italiano como ellos. Sus destinos son " Df ". No son los únicos. Los
acuerdos que, el 25 de noviembre del 1975 , han estipulado en secreto en Chile
entre las entonces siete dictaduras militares del continente ( Argentina,
Uruguay, Paraguay, Bolivia, Brasil, Chile, Perú ) prevén la desaparición forzada
de prisioneros, y la eliminación en masa de todos los opositores políticos, que
por todas partes han hallado refugio en el continente. El plan se llamaba
"Cóndor". Troccoli es un de los centenares de ejecutores. Cuando no es el
agujero negro de Montevideo es en Buenos Aires, en la Esma, otra carnicería
clandestina. Otro punto de la red del horror.
El abogado Scarano dice: ¿" me
explica que cosa podía hacer un joven teniente? ¿Desobedecer tal vez a las
ordenes del gobierno de su país? Ciertamente, Troccoli mandaba aquella Unidad.
Ciertamente, interrogaba a los detenidos. Pero no ha torturado nunca a nadie. Y
aquellos seis de origen italiano no sabe ni quienes son. Jorge admite, que tenía
unos presos acusados de terrorismo, encapuchados, sin alimentar y sin agua, es
tortura. ¿es tortura tal vez?".
Troccoli la llama "política de desaparición
en acuerdo con la orden del Ejecutivo Argentino de aniquilar la guerrilla ".
Escribe esto con gesto doctoral en el 1998, cuando en Uruguay una ley de
amnistía hace pensar a los Generales que estaban seguros. Lo hace con un pequeño
libro, "La ira de Leviatán". O bien, " del método de la furia a la búsqueda de
la paz". Es despedido en el '92 con el grado de Capitán. Se ha casado con una
profesora de inglés. Tiene dos hijos. Frecuenta la facultad de antropología de
la universidad de Montevideo, donde se especializa en Ciencia del Comportamiento
Humano. En noviembre del 2002, obtiene el pasaporte italiano, en memoria del
coraje del bisabuelo. De la antigua sangre de Camerota. En Italia - piensa--
todo ha comenzado y todo puede acabar. En Uruguay, el aire ha cambiado. La ley
de amnistía está siendo cuestionada por nuevas normas que declaran permanente el
delito de desaparición en persona y por lo tanto decreta la
imprescriptibilidad.
Deja de cuestionarse y en octubre pasado hace las
maletas. Un vuelo Montevideo-Malpensa. Un nuevo pasaporte italiano que enseñar a
la aduana. Un tren para marina de Camerota, donde lo esperan viejos amigos. No
sabe que la pequeña Soledad ha crecido. Que, acompañada de la abuela, ha pedido
a la Justicia de Roma que le diga finalmente quien ha visto por última vez a su
madre y su padre. Quién ha escrito cerca de su nombre: "Df". Disposición final.
Navidad 1977. Navidad 2007. Hay en el medio treinta años. Y la respuesta tal vez
ha llegado. Aquel hombre tiene un nombre italiano y en Roma, cuando un Tribunal
luego de un nuevo examen, decida si lo deja ir o lo lleva a la cárcel, no le
bastará el recuerdo de el coraje de un bisabuelo que soñaba con Garibaldi y un
mundo mejor.
Bistrus- Cantidad de envíos : 394
Fecha de inscripción : 09/12/2007
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