La parte más dolorosa del conflicto por una pastera

La parte más dolorosa del conflicto por una pastera



Fray Bentos nació a mediados del siglo XIX por una necesidad comercial de los gualeguaychuenses. Desde allí, las dos ciudades fronterizas fueron de la mano hasta el arribo de Botnia. Crónica de una separación


El quiebre del diálogo entre gualeguaychuenses y fraybentinos se ha vuelto el lastre más doloroso del conflicto generado por la instalación de la pastera Botnia, que en Gualeguaychú es repudiada y en Uruguay considerada tan importante como lo fue durante más de 100 años el frigorífico "Anglo", que dio vida a esa pequeña ciudad que se piensa a sí misma "con destino industrial".

En el trato cotidiano los fraybentinos dejan de inmediato al descubierto que sienten orgullo de ser hoy anfitriones de Botnia. Esta postura fue la que puso en palabras durante una reciente visita de DyN a esa ciudad, René Boretto, historiador y director del principal museo histórico local llamado, con algo de pretención, "de la Revolución Industrial", o más conocido allí simplemente como "Museo del Anglo".

Fray Bentos, de 23 mil habitantes y ubicada en el puesto número 20 entre las ciudades del pequeño Uruguay por su densidad poblacional, surgió por necesidad de Gualeguaychú que, pasada la mitad del siglo XIX, le urgía tener un puerto de aguas profundas, del que naturalmente carece.

Pero el verdadero impulso se lo dio el saladero que se asentó hacia el sur de la ciudad, primero llamado "Liebig" y luego frigorífico "Anglo", cuando en 1924 pasó a manos británicas e inició su época de esplendor, fabricando extracto de carne para civiles y tropas europeos.

Boretto afirmó que "el paralelismo es sorprendentemente idéntico" a las circunstancias que permitieron la radicación del "Anglo" hace casi 150 años y las que hoy atrayeron a los finlandeses a estas tierras.

Entonces, recordó, "había una necesidad muy importante de materia prima que teníamos en demasía, como era la carne, muy necesaria para Europa para alimentar a la población civil y a los ejércitos". Además, precisó, los europeos vieron en esta zona "un buen río que es una salida directa al océano".

Y ahora, mencionó, nuevamente una empresa europea mira hacia allí "donde la materia prima, que son los árboles, se crían mucho más rápido" que en el viejo continente y "vuelve a tener importancia el río Uruguay con sus puertos naturales".

De forma tal que, dijo, "si le cambiamos de nombre, en aquel momento fue la Liebig-Anglo; hoy es Botnia. En aquel momento fue la carne; hoy es el producto forestal".

El historiador fraybentino encontró en estas similitudes la plataforma de lo que consideró el "destino industrial" de la zona, "basado y condicionado por su muy interesante ubicación en la región", por lo que hoy Botnia le estaría permitiendo a Fray Bentos una nueva oportunidad, una suerte de segunda fundación.

La firma nórdica desembarcó tras 28 años de padecimientos económicos en que los habitantes de Fray Bentos se vieron sumergidos, desde que en 1979 cerrara sus puertas el "Anglo", recordó Boretto.

Un "bache", dijo, en el que fueron víctimas de lo que el mismo historiador llamó el "maleficio de tener una industria única de la que todo el mundo depende", tal como tiende hoy a repetirse con la pastera finlandesa, que según los datos de la firma estaría dando trabajo directo e indirecto a unas 6.000 personas.

Del otro lado del río, la sola mención del conflicto con Gualeguaychú empaña la mirada del más optimista. Boretto consideró que los asambleístas están "radicalizados" y estarían produciendo una "malversación de la información", al estar "exagerando" los efectos nocivos de la pastera, opinó.

"Donde está el hombre va a estar contaminando, en la medida en que lo dejen contaminar", sostuvo. Pero Uruguay confía en sus posibilidades. "Estamos seguros de que tenemos una capacidad técnica como para absorber el contralor" de la enorme pastera y también "la capacidad política como para ponerle freno", dijo Boretto, quien no pertenece al mismo signo político del presidente Tabaré Vázquez.

"Nos sentimos conformes" con los controles ambientales, que "no están pagos por Botnia, como dice Gualeguaychú", sostuvo, y entonces apareció el tema del corte del puente internacional, con lo cual, a su criterio, los asambleístas "están demostrando que al uruguayo no lo quieren" porque la medida "no tuvo ningún efecto en contra de la empresa" y sí sobre el turismo.

Cuando se le preguntó por la "licencia social" que Botnia no buscó del lado argentino, el historiador aseguró que "estamos sorprendidos por la responsabilidad social empresaria" de los finlandeses, porque aparentemente "Uruguay le puso normas y reglamentaciones y las que ellos se impusieron son mucho más estrictas", dijo.

Luego debió aclarar que "no estoy en defensa" de la compañía, pero que "la tecnología del siglo XXI dice que puede absorber la parte negativa del crecimiento de una empresa como esta. Y Uruguay lo creyó".


Fuente: DyN

ESTE PINTA DE BORETTO ES UN TRAIDOR QUE REPITE LAS MISMAS MENTIRAS DE UN GOBIERNO MENTIROSO Y TRAIDOR:
- URUGUAY NO TIENE VOLUNTAD POLÍTICA NINGUNA
- NI TIENE LOS CONOCIMIENTOS SUFICIENTE PARA CONTROLAR
- Y NO ESTÁ PARA NADA COMPROBADO -SINO QUE MAS BIEN ESTA PROBADO LO CONTRARIO- LA EXISTENCIA DE LOS TAN MENTADOS 6.000 PUESTOS DE TRABAJO-
- Y ASÍ PODRÍAMOS SEGUIR CONTESTÁNDOLE AL "ORIENTAL" BORETTO.....

el loco Volta