Bogotá, 04 Mar. ABN.- El gobierno colombiano aparece este martes aislado internacionalmente en un conflicto diplomático con Ecuador, cuyo más reciente episodio es la ruptura de relaciones anunciada por Quito, indicó Prensa Latina mediante un trabajo especial divulgado por la Agencia Boliviana de Información ABI.
La crisis se desató el pasado sábado, cuando fuerzas colombianas del Ejército, la Policía y la aviación violaron el territorio y el espacio aéreo del país vecino para atacar un campamento provisional de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
La actuación sin previo aviso y violando los acuerdos fronterizos existentes entre los dos gobiernos, fue considerada un atropello a la soberanía ecuatoriana por el presidente ecuatoriano Rafael Correa.
El primer respaldo recibido por Quito procedió de Venezuela, cuyo presidente, Hugo Chávez, movilizó tropas a las frontera con la nación neogranadina, para evitar, según expresó públicamente, que militares colombianos pretendieran realizar en territorio de Venezuela incursiones similares. Asimismo manifestó la disposición a apoyar a Ecuador ante una nueva agresión.
En las últimas horas dirigentes de Brasil, Argentina, Bolivia, Cuba, Uruguay, Chile, Perú, México y Uruguay, entre otros, expresaron su preocupación por el nivel de confrontación entre los dos países, y de una u otra forma manifestaron su disposición a mediar para aplacar la situación.
Pero también dejaron sentado su rechazo a la actuación de las fuerzas militares colombianas, consideradas como una clara violación de la soberanía ecuatoriana y del derecho internacional.
Por su parte, el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, calificó como una mala noticia la muerte durante el ataque del miembro del secretariado de las Farc, Raúl Reyes.
El jefe guerrillero era el interlocutor directo de los denominados países amigos; Francia, Suiza y España para la liberación de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y otros retenidos por la insurgencia, con lo cual sus gestiones prácticamente quedan en punto muerto.
Mientras, las acusaciones del general Oscar Naranjo, jefe de la Policía colombiana, contra los gobiernos de Ecuador y Venezuela por presuntos vínculos con las Farc, no parecen haber logrado desviar la atención sobre la violación de la soberanía ecuatoriana.
En cambio, sí pueden haber precipitado la decisión de Quito de romper relaciones y de Caracas de expulsar a todos los diplomáticos colombianos.
Para este martes está prevista una reunión extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA) para analizar la crisis, y de la cual se espera un llamado a la concordia, pero también una condena a la agresión.
Hasta ahora sólo Estados Unidos ha manifestado su respaldo a la actuación de las Fuerzas Armadas colombianas, algo que no sorprende, por ser reconocido el gobierno de Álvaro Uribe como el aliado predilecto de Washington en América Latina.
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